La factura que debió pagar el Partido en el Gobierno
Fresco, todavía, el pronunciamiento del Presidente de la República para legalizar el concepto de matrimonios igualitarios en todos los Estados, las modificaciones en el Código Civil Federal para permitir la adopción homosexual, así como aumentar los gramos de mariguana para consumo lúdico, él y su Partido sufrieron un duro revés en las pasadas Elecciones.
Las personas, creyentes o no, pero todas con sentido común, sí piensan. No se trata de ser homofóbicos o intolerantes, sino de mantener la Ley Natural.
El Mandatario no escuchó la voz de más de mil Organizaciones (unidas en el Frente Nacional por la Familia) que han rechazado sus propuestas. En la derrota del PRI, indicó el Presidente del Consejo Mexicano de la Familia (ConFamilia), Juan Dabdoub Giacomán, se observa la influencia del “voto de castigo” al que convocaron los defensores del matrimonio y la familia en este país.
Desgraciadamente, no todos los católicos hemos reaccionado con la misma intensidad. Algunos lo hemos hecho con timidez o suavizando las cosas y, por tanto, sin valorar las consecuencias.
“La parte importante fue que, en menos de 3 semanas, se generó una Organización que fue capaz de movilizar a todo un país en contra de la iniciativa del Presidente, que ataca a la familia, pidiendo un voto de castigo contra él y su Partido”, dijo Dadoub a ACI Prensa.
Por su parte, Carlos Alberto Ramírez Ambriz, Presidente del Movimiento Dilo Bien Internacional, señaló que Peña Nieto “arremetió contra la familia creyendo que no habría consecuencias en su accionar político”. Se presentó como el que es.
¿Le fallaron sus consejeros? Electoralmente hablando, se precipitó con su propuesta, y aquí están las consecuencias. Sus asesores, o la presión de los organismos internaciones, le aconsejaron mal, lo adelantaron, lo presionaron.
Polarizó (conciente o inconcientemente), sin necesidad, a la Sociedad. Podía proponer todos los derechos que se merecen las personas homosexuales, otorgándole otro nombre a su consorcio. Pero no, optó por violentar el concepto de matrimonio y familia, con todo y las contradicciones internas de ponerles este nombre a las uniones del mismo sexo. Podían llamarse de otro modo, homonio, por ejemplo, y ya. Ahora, los marginados fueron la mayoría, y ésta cobró la factura.
Por supuesto que no fue el único punto por el que se precipitó su derrota. La Sociedad está cansada de la corrupción, impunidad y arrogancia con la que se manejan muchas Autoridades de diferentes niveles, y los índices de violencia en aumento. La clase gobernante se enfrentó al descrédito que vive ante el electorado, por más que se anuncien balances económicos positivos.
Así lo vieron desde fuera, también, como lo expresó Shannon O’Neil, investigadora del Council of Foreign Relations, en Nueva York: “Los resultados son un duro golpe a la Administración del Presidente, y una indicación de que los votantes están cansados de los escándalos de corrupción, que continúan”.
Lo malo es que, sin importar Partido político, la mayoría de los que alcanzan el mando, apenas llegan al Poder, les ganan los mismos vicios. No les importa si su Partido repite o no.
Y en el asunto de legalizar el uso de la mariguana, otra vez se ha pronunciado el Titular de la Comisión Nacional Contra las Adicciones, Manuel Mondragón y Kalb, afirmando que el consumo de esta droga es un problema de salud pública, 20 veces más lesivo que el del cigarro, en el Foro Encuentro Latinoamericano de Líderes en el Control del Tabaco, que se realizó en la Cámara de Diputados.
Así pues, esperamos que entiendan nuestros gobernantes que las políticas públicas que dañan a la familia, incluyendo su Economía y su Seguridad, les traen desagradables consecuencias electorales. El electorado, en su mayoría, razona, y no se deja comprar por una pantalla.
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