jueves, 23 de junio de 2016

Periodismo, ejercicio de alto riesgo

Premio “José Ruiz Medrano”
El Periodismo, un oficio de alto riesgo

El viernes 20 de mayo, la Arquidiócesis de Guadalajara entregó su Premio Católico Anual al Comunicador. Presentamos una síntesis del discurso de agradecimiento del Mtro. José Rubén Alonso González, destacado en el Periodismo Social, por una Cultura por la Paz, y la Defensa de los Derechos Humanos; también Docente e Investigador en el campo del Derecho a la Información, en la Universidad del Valle de Atemajac.

Foto premiado

¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su Misericordia!
(Salmo 118, 1)

En esta entrega del Premio Católico al Comunicador “José Ruiz Medrano”, reconozco, con ustedes, lo que Pablo de Tarso dijo de sí: Gratia autem Dei, sum id quod sum -Por la Gracia de Dios, soy lo que soy- (1 Cor. 15, 10). Espero que no sea en vano.
Comunicar es más que emitir mensajes. Es más que un intercambio de información. Es la actividad humana más profunda, pues con ella se crea, se construye, aunque también con la comunicación se “descrea” y se destruye.
Es por ello que los principios que se aplican en la Comunicación se mantienen vigentes y son apremiantes: “la solidaridad, la subsidiariedad, la justicia, la equidad y la responsabilidad en el uso de los recursos públicos y en el cumplimiento de funciones de responsabilidad pública. La Comunicación debe ser siempre veraz, puesto que la verdad es esencial a la libertad individual y a la comunión auténtica entre las personas” .
Pero, los principios éticos antes descritos y aplicados a la Comunicación Social, hay que recordar, no sólo conciernen “al contenido de la comunicación (el mensaje) y al proceso de comunicación (cómo se realiza la comunicación), sino también a cuestiones fundamentales, estructurales y sistemáticas, que a menudo incluyen múltiples asuntos de política acerca de la distribución de tecnología y productos de alta calidad (¿quién será rico y quién pobre en información?, pregunta el Pontifico Consejo para las Comunicaciones Sociales)”, y de ahí se llega a “implicaciones económicas y políticas para la propiedad y el control” de los Medios de Comunicación, como la generación, distribución y consumo de contenidos.

Camarógrafo

GOZOS Y ESPERANZAS
La Comunicación Profesional experimenta y atraviesa por transformaciones derivadas, básicamente, de dos factores: desarrollo y uso de tecnologías de la información, que han hecho del tradicional consumidor o audiencia un productor simultáneo; en cada persona se identifica un generador y productor de contenidos convergentes en textos, imágenes y sonidos.

Por ejemplo, la producción y distribución, accesible de contenidos en Internet, es abrumadora y hasta asfixiante, al grado de no poder procesarla, asimilarla, haciéndose, ésta, efímera y en ocasiones sin sentido. Para este año, 2016, en todo el mundo, se estima que cada 60 segundos se ven 69,444 horas de series y películas en Netflix; se envían 150 millones de correos electrónicos; se comparten 527,760 fotografías cada minuto; se envían 347 mil tweets; se postean 38,194 fotos en Instagram; se observa un millón de microvideos en Vine; se escuchan 38,052 horas de música en Spotify; se realizan 2.4 millones de búsquedas a través de Google cada 60 segundos; se miran 2.8 millones de videos en YouTube; se envían más de 20 millones de mensajes por WhatsApp; más de 700 mil personas se conectan a Facebook…

Los Comunicadores Profesionales se apasionan con las nuevas dinámicas de Comunicación, la capacidad de generar contenidos, de interactuar con las audiencias como nunca antes se hubieran imaginado. Se anuncia que Internet favorezca a una mayor democratización de la información y el conocimiento, para mejores condiciones de vida, para decidir y transformar.

TRISTEZAS Y ANGUSTIAS
La anunciada democratización de la información y el conocimiento no se registra como se anticipaba y como se anuncia desde el Poder, desde arriba, pues la democratización supone acceso a las tecnologías, y éstas están supeditadas al mercado y a los grupos que los controlan, incluyendo la producción, distribución y consumo de contenidos.

“Por otro lado, en nuestra situación mexicana, hay tristezas y angustias que viven y en las que atraviesan Comunicadores Profesionales, Periodistas, hombres y mujeres: están solos, aislados, ignorados, denostados, así como puestos y mantenidos en situación de vulnerabilidad desde el Poder político y económico, así como el crimen organizado”.

Todos los Informes sobre el ejercicio de la Libertad de Expresión en México son coincidentes: el ejercicio del Periodismo es de “alto riesgo”, y éste va en aumento cada año.
El Artículo 19º, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Freedom House, Amnistía Internacional, la Sociedad Interamericana de Prensa, los Observatorios nacionales, e incluso los registros de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, dan muestra de ello.
Una Sociedad que deja al mercado, a los grupos de Poder y sus intereses el ejercicio de derechos fundamentales como la Libertad de Expresión, de Difusión y Derecho a la Información, pone a la persona a expensas de ese mercado. Una Sociedad que no apuesta por la formación y protección de sus Comunicadores renuncia a sí misma. La calidad de vida, la calidad de la democracia, de desarrollo de una Sociedad, de las personas, guarda una relación consustancial con la calidad de Periodismo, Libertad de Expresión, Derecho a la Difusión y Derecho a la Información que se desarrolla y ejerce. Es su termómetro.
“Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son, a la vez, gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su Corazón. […] Ésta [la Iglesia), por ello, se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su Historia” (Gaudium et Spes, No. 1).
¿Hay una íntima y real solidaridad con esta Historia del Periodismo?…

Compuenseñanza

Los que quieren callar nuestra voz

En 2015, las agresiones contra Comunicadores se incrementaron 21.8 por ciento, una quinta parte. Se registra una agresión contra Periodistas cada 22 horas, en promedio. Las agresiones contra Periodistas provienen, en su mayoría, de Funcionarios Públicos (46.9 por ciento). “Brindar información se ha convertido en una actividad de alto riesgo en México, toda vez que los Gobiernos intolerantes a la crítica, y el crimen organizado, con gran Poder en varias regiones del país, amenazan con silenciar estas voces”.
Otros datos, sin olvidar a quienes han tenido que abandonar sus tierras para “sobrevivir”: De 2000 a la fecha, 94 Comunicadores han sido asesinados en México, de los cuales 87 hombres y 7 mujeres. Veracruz encabeza la lista de muerte de la Libertad de Expresión con 20 asesinatos; le sigue Tamaulipas con 13; luego Chihuahua con 11; Oaxaca y Guerrero con 9 cada uno; Sinaloa con 5; Michoacán con 4; Estado de México, Durango y Coahuila con 3 cada uno; Distrito Federal, Tabasco, Sonora y Nuevo León con dos cada uno; Baja California, Zacatecas, Puebla, Querétaro, Guanajuato y Quintana Roo, con uno cada Entidad.
A lo anterior habrá que sumar otras situaciones de “tristeza y angustia”: las condiciones de vulnerabilidad salarial y de condiciones de trabajo en que se encuentra la mayoría de los Comunicadores Profesionales, sujetos a empresas o de manera independiente. Esta situación es aprovechada por grupos de Poder para inhibir, controlar, comprar, subordinar a personas, su trabajo, sus contendidos, su dignidad.

1 Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales. Ética en las comunicaciones sociales. Ciudad del Vaticano,
4 de mayo de 2000.
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