jueves, 2 de junio de 2016

Año de Servicio, la experiencia de caminar juntos

Aprendizaje pastoral

Bautizante

Jorge Alonso Corona Torres

El miércoles 20 de abril fue un día cargado de emociones entre los alumnos de Primero y de Cuarto de Teología de la Casa Central del Seminario Diocesano Mayor de Guadalajara. Y es que la ocasión lo ameritaba: recibiríamos los destinos donde prestaríamos nuestro Año de Servicio. Para los alumnos de Primero de Teología la experiencia es totalmente nueva, mientras que los alumnos de Cuarto Grado ya sabían de estos menesteres; lo que no ahorró en ellos la emoción de su nuevo destino.
Figuran, entre los lugares asignados, las Casas Auxiliares del Seminario Menor, dispersas en el territorio de la Arquidiócesis, así como Parroquias de las más diversas realidades, e incluso la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA). Todos los Seminaristas recibimos con expectación nuestro destino y ya soñamos con estar allí, no sin caer en la cuenta de lo que significa ese año especial de práctica pastoral.

Seminarista entre gente OMV

UN MOMENTO DE FORMACIÓN
Tal experiencia de Año de Servicio se encuentra inserta como parte de nuestro proceso de formación, por lo que representa, ante todo, una experiencia de caminar juntos con el Pueblo Santo de Dios, al que también pertenecemos, y al cual nos debemos. Por esta razón, la vivencia del Año de Servicio es una oportunidad de formar en nosotros la imagen de Jesucristo, Buen Pastor. Paradigmáticas son las palabras del Papa Francisco en una homilía pronunciada cuando era Arzobispo de Buenos Aires: “El Señor nos invita a estar en medio de nuestro pueblo fiel, empapados de sus tradiciones y costumbres, sin pretensiones ni elitismos exteriores e ilustrados de ninguna clase, y con un corazón que nos queme por dentro”.
Así pues, emprenderemos un camino en común. Cada lugar que nos espera nos ofrece una especial ocasión de crecimiento, puesto que somos conscientes de que “la formación sólo termina con la muerte” (DA, 326).
De este modo, cada Párroco, cada familia, cada persona con la que nos encontremos, pasará a ser parte de nuestra formación. ¡No dejen de contribuir a nuestra formación! Se forma al Seminarista no sólo con la oración. Mucho ayuda el testimonio, el consejo oportuno, la motivación sincera, la sonrisa, la amistad… ¡Cuántas cosas podrían enlistarse!

¿SÓLO RECIBIR?
Si el ir de servicio a una Comunidad representa un momento privilegiado de formación, ¿dónde queda el servicio propiamente dicho? La respuesta a esa pregunta queda zanjada por dos textos muy específicos del Evangelio: la Institución de los Doce (Cfr. Mc 3, 13-15), así como la escena en la casa de Marta y María, hermanas de Lázaro y amigos de Jesús (Cfr. Lc 10, 38-42), que nos dejan ver la necesidad del sano equilibrio entre discipulado y misión, presencia y acción.
Por tanto, es necesario que estos binomios no sean vistos como palabras que se oponen las unas a las otras, sino, más bien, como dos momentos esenciales en los que debe girar la vida del discípulo misionero. Por esta razón, los Seminaristas vamos a vivir en esta sintonía: dar y recibir, recibir y dar, conscientes de que siempre es más lo que se recibe primero, que lo que se da. (1Jn 4, 10)

LA NECESIDAD DE LA ORACIÓN
Mientras nos preparamos para terminar el presente año lectivo y pasar a esta experiencia de caminar junto con el Pueblo Fiel de Dios, pedimos la oración de todos ustedes. Rueguen para nosotros al Señor un corazón siempre dispuesto a dejar moldear en él los sentimientos del mismo Jesús. ¡No se olviden de rezar por nosotros!
Un total de 70 alumnos mayores cumpliremos con el Año de Servicio, incluyendo a 30 ya consagrados como Diáconos (los de Cuarto Año de Teología), y a 40 del Primer Grado de la misma Facultad.
Cabe mencionar que durante muchos años se estiló el Año de Magisterio, una vez concluido el Tercero de Filosofía, en que los Seminaristas iban a impartir clases en Escuelas Parroquiales de los pueblos y convivían con la feligresía. Después, se adoptó con la modalidad pastoral del Año de Servicio, aunque por varios años se suprimió como obligatorio, y ahora se reanuda.

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