jueves, 9 de junio de 2016

Quinto Aniversario de Ordenación Sacerdotal

La premisa: predicar el Evangelio

“El sacerdocio es el Amor del Corazón de Cristo”
(San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars).

DSC05939

Pbro. Adrián Ramos Ruelas

NO HAY QUINTO MALO
En el marco de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, ícono de la entrega amorosa y sacerdotal del Señor, y en Él, de sus colaboradores, una treintena de Sacerdotes, pertenecientes a la Generación 2011, celebramos alegres el 5º Aniversario de haber recibido la Unción Sacerdotal por la imposición de manos y la oración consecratoria, en su mayoría, de parte del Sr. Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, quien presidió contento esta primaveral celebración.
En punto de las 12.30 horas del viernes 3 de junio, nos dimos cita en la hermosa y circular Capilla del Seminario Menor Diocesano para rememorar aquel 5 de junio de 2011, en aquel entonces Solemnidad de la Ascensión del Señor a los Cielos.
Entre reencuentros alegres, saludos, abrazos, nos revestimos gozosos con el ornamento propio, estola y casulla que usamos el Día de la Ordenación.

ESPERADA E INSPIRADORA HOMILÍA
La Asamblea estuvo conformada por los Sacerdotes festejados concelebrantes, los padres, hermanos, familiares, ex compañeros Laicos y amigos, y la mayoría de los Seminaristas internos. En la Homilía, el Cardenal Juan Sandoval hizo referencia al Misterio Pascual de Cristo que se encierra en el Misterio de Amor comprendido en el Corazón de Jesús. Recordando la Lectura de Ezequiel 34, nos motivó a los Sacerdotes a reconocernos primeramente ovejas, y luego vivir a ejemplo de Jesús, el Buen Pastor, sin buscar comodidades, dedicándonos a servir para llevar al Pueblo de Dios a alimentarse de buenos pastos, de acuerdo a lo referido en el Salmo 23.
Señaló que la principal y primera tarea del Sacerdote es el ministerio de la Palabra, por lo que la preparación de la Homilía, con el estudio y la oración, es imprescindible: hemos de aplicar en primera persona lo que la Palabra de Dios nos dice, para luego comunicarla fielmente; no limitarnos a decirle a los fieles que se porten bien, cuando nosotros fallamos. Nos recomendó, en resumen, tres grandes acciones: estudiar, dando continuidad a los estudios de Teología; hacer oración, primero por nuestros pecados y luego por los de nuestros hermanos, y dar buen ejemplo.
Asimismo, enfatizó que, además del buen ejemplo y de la homilía, debemos propagar directamente la Palabra de Dios en la enseñanza del Catecismo y en las Pláticas Presacramentales.

ÚLTIMA GENERACIÓN
QUE ORDENÓ

Ya para finalizar la Solemne Eucaristía, armonizada por un excelente grupo coral del Seminario Menor con cantos comunitarios y la Misa “Stella Matutina”, el Grupo de Sacerdotes hicimos una oración al Sagrado Corazón de Jesús, implorando fidelidad e identificación con ese Corazón amantísimo.
Bellas y emotivas palabras dirigió al señor Cardenal, el Padre Rodrigo Madera Pinedo a nombre de la Generación, en las que le manifestó la gratitud por su presencia, sabiduría y ejemplo, y por haber sido ésta la última Generación a la que le tocó administrar el Sacramento del Orden, aparte de que fue nuestro Padrino al culminar los estudios de Teología. Se le entregó un obsequio, una pequeña escultura del Sagrado Corazón de Jesús, que él gustosamente recibió.
Esta treintena de Sacerdotes estuvimos contentos, gozamos la oportunidad de renovar la alegría experimentada un lustro atrás, nos motivamos con la fotografía del recuerdo y, posteriormente, con el banquete ofrecido a los familiares y al propio Arzobispo Emérito, a un costado de la Capilla, en el Jardín de la Sección de Nivelación. Ahí se hizo grato recuerdo de los compañeros Presbíteros que no pudieron estar presentes.

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN TI CONFÍO
Fragmento de la Oración al Corazón Eucarístico
de Jesús que los Sacerdotes recitamos:
Amor del Corazón de Jesús, abrasa mi corazón;
Caridad del Corazón de Jesús, derrámate en mi corazón;
Fortaleza del Corazón de Jesús, sostén mi corazón;
Misericordia del Corazón de Jesús, perdona mi corazón;
Paciencia del Corazón de Jesús, no te canses de mi corazón;
Reino del Corazón de Jesús, establécelo en mi corazón;
Ciencia del Corazón de Jesús, enseña a mi corazón;
Voluntad del Corazón de Jesús, dispón de mi corazón;
Celo del Corazón de Jesús, devora mi corazón.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario