viernes, 27 de septiembre de 2013

SAN MIGUEL ARCÁNGEL

Daniel León Cueva


JuandeEspinal, museo de bellas artesde SevillaDesde tiempos remotos de la cristianización de estas tierras, los Padres Misioneros Franciscanos inculcaron la devoción a este Santo Ángel, invocándolo como Protector no sólo en resguardo e incremento de la Fe, sino ante los peligros naturales y los provocados por la maldad de los hombres.

De hecho, suman centenares las rancherías, pueblos y ciudades que llevan su nombre, y no se diga Templos, Parroquias, Conventos, Colegios, Hospitales y otras instituciones católicas. Guadalajara lo proclamó entre sus Patronos, y así denominó a una de las torres de su emblemática Catedral.

“¿Quién como Dios?” es el significado del vocablo Miguel, y ése fue el Lema Episcopal del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, octavo Arzobispo Metropolitano.

Por muchos años, al término de la Santa Misa, de pie frente al Altar, el Sacerdote celebrante recitaba, seguido a coro por los feligreses, la suplicante e imponente Oración:

“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha.

Sé nuestro amparo contra las perversidades y acechanzas del Demonio.

Que Dios manifieste sobre él su Poder, es nuestra humilde súplica.

Y tú, oh Príncipe de las Milicias Celestiales, con el Poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén”.


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