Coalición contra el tráfico de personas
“El Día Internacional Contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas-os”, que se ‘invoca’ (sic) cada 23 de septiembre, fue instaurado por la Conferencia Mundial de la Coalición contra el Tráfico de Personas. Lo hizo en coordinación con la Conferencia de Mujeres en Dhakar.
Reiteradamente, nuestros títulos y párrafo inicial (que concentra y enfoca la Bitácora), enfocan hoy su atención sobre esta efeméride recordada. Y lo hacemos con énfasis porque Lilian Loyola, del equipo interdisciplinario de la Defensoría Argentina, insistió en que “la indiferencia ante este delito ha hecho que hoy, en pleno Siglo XXI, en la Argentina no estemos mejor que en los siglos pasados. Ya en 1900 operaba la enorme red mafiosa que explotaba mujeres traídas de Europa blanca, por la supuesta ‘Mutual Zwi-Mogdal’. Y hoy, la Argentina ha vuelto a ser un terreno fértil para tratantes. Hoy las mujeres y niñas-os, están en este riesgo. Y no sólo los de nivel humilde y pobre, sino las de clase media y alta, por redes más sofisticadas”.
El fin y objetivo de quienes constituyeron este Día Internacional, pretende concienciar a los Gobiernos y a la Sociedad Civil sobre las causas y consecuencias de este ‘crimen endémico’, en particular en los pueblos hermanos de nuestra América.
La ‘Ley Palacios’, N° 9143, debería ser destacada en memoria del Legislador argentino Alfredo L. Palacios, y que en aquel 23 de septiembre de 1913 se promulgó contra el “Delito de Lenocinio y Proxenetismo”, cargado del sentido de ‘comerciante-explotador’, o con el significado despreciativo de ‘alcahuete’, según nuestro viejo castellano claridoso, o también ‘tlaconete’, que rumiaba mi señor padre.
CONSIDERACIONES MORALES Y SOCIOLÓGICAS
Tal vez para ponderar más a fondo la gravedad y malicia de estos delitos y su realidad en nuestros países hermanos, sea conveniente hacer una consideración a la luz de la Doctrina Moral Cristiana, y luego presentar el enfoque y reflexión de la Sociología clásica. Todo ello, por respeto a las víctimas de esa explotación y por su situación tan delicada e indefensa.
La ‘aproximación sistemática’ de los autores moralistas enmarca la gravedad de estos delitos en la dimensión moral de la persona humana, en cuanto ser axiológico por su grandeza y dignidad de hombre. Y también aborda la Doctrina Moral en cuanto al valor de la vida humana y sus exigencias éticas. Y el valor, por consecuencia, de las normas y preceptos morales. También precisa la comprensión integral de la sexualidad y sus desviaciones hasta grados de degradación explotatoria.
En este contexto, conviene citar el N° 2355 del Catecismo de la Iglesia Católica, CIC, sobre la seria formación moral cristiana que debe ser la luz y baluarte para ponderar y orientar estas conductas, ‘lacras sociales’ por la miseria y el chantaje que pueden atenuar la imputabilidad de la falta a las víctimas indefensas. ¡Sapiencia doctrinal de la Iglesia, verdadera Madre!
La Sociología, en una sección importante de su estudio, trata lo que se denominan pautas exteriores de comportamiento (‘Behavior Patterrns’), en clásico término original, o Pautas Conceptuales de Comportamiento, que es lo que hace la gente y lo que piensa o justifica el hombre sobre su conducta. Punto preciso que ayuda a enjuiciar la gravedad de esos ‘consensos’ y juicios y prejuicios sobre el actuar del hombre. Son pautas reflexivas. Y sus actitudes erróneas, por ‘estereotipos’ sociales desviados. La Sociología también trata estas conductas bajo la consideración de los ‘papeles’ o ‘roles’ específicos, como en este caso para acusar al lenón y al proxeneta explotador.
POLÍTICAS DE LOS GOBIERNOS DE AMÉRICA SOBRE EL COMERCIO SEXUAL
Aun en países nórdicos de América, se abordan y se legislan las disfunciones sexuales, incluyendo sus perversiones, y se sancionan casos de ‘desvergüenza’ en la línea de pudor e intimidad. Se discuten la aceptación de la laxa y extendida costumbre del petting y del necking en relaciones fallidas de heterosexualidad. Mucho más la prostitución y su negocio explotador.
Ciertamente, hay niveles de moralidad y aun de laxitud en el comportamiento de nuestros diversos países de América. Algunos hasta infunden temor. Se imponen políticas activas en relación a la niñez, pubertad y juventud. Se habla de un Plan Integral de Protección de esos grupos demográficos. Su problemática, compleja, requiere una internalización de toda la población: funcionarios, jueces, personal de seguridad, padres de familia, maestros, etc.
No había que dejar pasar esta efeméride; y el reflexionar sobre su gravedad e impacto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario