Útiles que no pasan de ser “un apoyo”
Contados son los niños de las escuelas públicas que las usan.
Javier Castorena Aldaz
La emoción de los pequeños que esperaban con ansias los tan prometidos útiles y la mochila gratis que les regalaría el Gobierno de Jalisco para el presente ciclo escolar, terminó cuando por fin, después de unos días de retraso, les entregaron su paquete escolar.
La decepción invadió a más de un pequeño y, por supuesto, a los padres de familia, ya que ellos aguardaban una mochila de suficiente calidad, que durara, y no un artículo de baja calidad, como el que recibieron junto con unos cuantos cuadernos y algunos artículos escolares. Fueron medio paternalistas. No era posible otorgar un artículo lo bastante sólido para tantos niños, pero la promesa ya estaba hecha, aunque no fuera la confiada respuesta. Habría que ver, además, en qué utilizaron los padres de familia el aparente ahorro, por una mochila que, al final de cuentas, de todos modos tendrán que comprar, ya que la que les entregaron no les alcanzará a durar a los niños cuando menos todo el año escolar.
Siendo responsables, no se puede pensar que el cuidado del Estado llegara apenas a ese nivel. Ese mismo dinero gastado hubiera sido más útil en otro tipo de programas. Aunque quizás algunos pensarán, mediocremente, que de que se lo lleven (lo presupuestado para útiles) los políticos, a que den útiles aunque sea de escasa calidad, mejor lo segundo. Aparentemente era una ayuda familiar. Pero, como lo señalamos, fue más bien un negocio, aunque no para los dueños de las papelerías comunes.
Dicen que tienen dignidad
Conscientes de que el reparto de los paquetes escolares que forman parte del “Programa Mochila con los Útiles” era un apoyo para la economía de las familias, algunos padres se quejaron de la baja calidad en las mochilas, pues si apenas servirán para cargar unos cuantos libros, y sólo por un breve tiempo, tomando en cuenta que los pequeños las tiran, jalan y juegan con ellas, y por eso, pronto quedarán inútiles.
“Nosotros esperábamos algo de mejor calidad; quizás haya sido una buena intención del Gobierno obsequiarnos estos artículos; se lo agradecemos, pero también necesitamos artículos de calidad, porque tenemos dignidad”, expresó Fernanda, madre de una pequeña que cursa el segundo grado de Primaria y que, por supuesto, no puede usarla.
Y queda claro que la pequeña utilizará los cuadernos que se le dieron de apoyo y los lápices y colores, porque ya los tiene; sin embargo, de acuerdo a su experiencia, la mamá aseguró que si acaso le servirán los primeros dos o tres meses del curso; después, tendrán que adquirirse artículos nuevos.
De la mochila, la señora Fernanda sostiene que no le servirá para todo el ciclo escolar: “Le serviría, si la niña llevara sólo un par de cuadernos y tres libros, pero con todo lo que llevan, no creo que le aguante más de un mes, si es que la usa todos los días. Mejor dejamos la mochila en casa, para que se utilice en otra ocasión o, más bien, en otra cosa”.
Brillan por su ausencia
Durante un sondeo realizado por escuelas públicas de la Zona Metropolitana de Guadalajara, a ningún niño, o casi a ninguno, se le vio utilizar la “mochila roja”; sólo un pequeño de kínder la llevaba colgada a sus hombros, entre varios que fueron observados.
Y en las Primarias vistas, la cuestión no fue tan distinta. Durante el recorrido, no se apreció algún alumno que cargara su mochila, aunque, a decir de uno de los Profesores, un niño de su salón de cuarto grado sí la utiliza, y también uno de primero. Ese día (el martes pasado) salieron antes, y posiblemente por eso no se pudo corroborar.
“No deja de ser un apoyo; pero, la verdad, la mochila no les servirá ni para un mes de clases, si cargan todos los útiles, libros, cuadernos, diccionarios y otros materiales”, reconoció la Profesora Teresa, quien, sin algún temor, dijo lo que pensaba, a diferencia de otros Maestros que insistieron en que este apoyo debe agradecerse, y es muestra del compromiso del Gobierno por ayudar a las familias del Estado. Pero esos Maestros entrevistados pidieron, con insistencia, que no se publicara su nombre ni la escuela en la que son docentes… ¿Temor de hablar?
Lo rescatable del paquete escolar son los cuadernos, las tijeras, los borradores, lápices y colores. Pudo comprobarse que eran de mejor calidad, aunque el diccionario que se incluyó, apenas tiene unos cuantos vocablos que de poco sirven a los niños.
De acuerdo con empresarios del ramo papelero de Jalisco, el costo que tuvieron los paquetes escolares osciló entre los 90 y los 120 pesos, de acuerdo al grado escolar.
Habría que pensar con seriedad si este tipo de gastos constituyen más una promoción política que una verdadera ayuda. Cuando menos este año, dicho apoyo será momentáneo, pasajero, efímero e incompleto (no le corresponde al Estado este paternalismo). Sin embargo, no puede ignorarse este tipo de reflexiones, y nos llama la atención que nadie haya cuestionado lo que es una evidente contradicción, en muchos aspectos.
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