jueves, 21 de julio de 2016

Vivir en la pantalla

Hay que acabar con las “estructuras caducas” en la Iglesia

Abandonar las prácticas que no ayudan a evangelizar…

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Éste fue el Tema del V Encuentro de Nueva Evangelización (ENE 2016, encuentroene.com), la principal cita de Evangelizadores en España, realizado en Salamanca, del 7 al 10 de julio.
El ejemplo se repite una y otra vez en la Catequesis Infantil para la Primera Comunión: muy pocos vuelven a la Iglesia. Es una estructura caduca; demuestra su ineficacia evangelizadora.
Los Párrocos dicen que no pueden dedicarse a evangelizar, a llevar la Fe a los alejados porque están ocupados en atender sacramentalmente sus Parroquias. Realizan Matrimonios y Confirmaciones de personas, no evangelizadas, que luego no regresan. Y no les quedan fuerzas para entrenar ayudantes, implantar métodos para llegar a los alejados, para convertir a un “consumidor de Sacramentos” en un “discípulo verdadero de Cristo”.
Evangelizar no es un “extra” en la Iglesia: es la misión central, su razón de ser. Lo dice Evangelii Nuntiandi, No. 6: “La Iglesia existe para evangelizar”. Y si la Catequesis Infantil o cualquier otra cosa es ineficaz y no evangeliza, es una estructura caduca que debe abandonarse o, al menos, renovarse. Así lo dice el Documento de Aparecida, No. 365: “Abandonar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la Fe”.
¿Evangelización nueva con Evangelizadores viejos? “El vino nuevo necesita odres nuevos; la Nueva Evangelización necesita nuevos Evangelizadores, las viejas estructuras no darán nuevos Evangelizadores ni Nueva Evangelización… los viejos métodos ineficaces seguirán dando los viejos resultados insatisfactorios”, señaló Fabrizio Ballanti, Sacerdote, y Superior, en España, de la Comunidad Koinonia Juan Bautista (http://ift.tt/29w0tF4). Es común que el nuevo converso, ya enamorado de Jesús, no encaje en la “vieja Parroquia”, que no está adaptada para acogerle y acompañarle, que está adaptada a los parroquianos de toda la vida.
“Si hacemos lo mismo de antes, vamos a obtener los mismos resultados de siempre… nos falta unir fuerzas para crear estructuras capaces de formar nuevos Evangelizadores. Formar es hacer discípulos; porque los discípulos no nacen, se hacen. La mayor alegría no es ser discípulo, sino hacer discípulos. Eso requiere una conversión pastoral que implica renunciar a otras cosas”.
¿Cómo hay Pastores que se contentan con que su rebaño dé poco fruto y ni así piensan cambiar nada, ni hábitos ni estructuras? ¿Puede un Pastor, un Obispo, un Religioso, un Maestro, un Catequista, un Párroco, quedar satisfecho con pocos frutos, cuando Cristo asegura a sus discípulos que los ha destinado para que den fruto y su fruto permanezca?
Para la Nueva Evangelización necesitamos estructuras de calidad que generen nuevos Evangelizadores kerigmáticos, además de los Catequistas de siempre.

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