A semanas de la Firma del Acuerdo por la Paz

Gobierno colombiano y la insurgencia

“La paz sí es contigo” es el Lema que se escucha en Colombia, en la proximidad de que se firme el Acuerdo entre el Ejecutivo y la guerrilla de las FARC, que terminará con más de 50 años de guerra (Cfr. EL PAÍS).

Y, como demostración de esa expresa voluntad, decisión y apoyo a esta esencial firma, Asociaciones, más de un centenar tal vez, convocaron al Pueblo, sufrido protagonista de esa guerra de más de medio siglo, a salir a las calles de distintas ciudades de Colombia, tan significativas cada una a través de los años de lucha, como Bogotá, Capital y epicentro socio-político-social; como Barranquilla y su arco de influencia; como Cúcuta y su zona territorial. Las manifestaciones, comentaron las fuentes periodísticas de Radio y TV, han sido ‘de manera muy colorida’, con todo el efecto regional del folclore colombiano.

I- EL PESO DEL ACUERDO DE PAZ

1° Ciertamente, con base y sin cavilaciones, se ha llegado al punto, ahora sí, de NO retorno en el sinuoso camino de estas décadas para superar el conflicto armado. Hemos sido testigos, desde el crucial año de 1968, en ciudades como Medellín y su relieve industrial; Manizales y su fuerte influjo con Melgar, a la luz de los Documentos del CELAM y su indubitable peso latinoamericano en esa década significativa.

2° Se lee en una carta pública: “Hemos llegado al punto de no retorno en el largo camino recorrido para superar el conflicto armado en Colombia”, firmada, entre otros, por Piedad Córdoba, ex Senadora y defensora de los Derechos Humanos; Gustavo Petro, ex Alcalde de Bogotá, y Colectivos como la Unión Patriótica (primer Partido conformado por ex miembros de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), que salió de las negociaciones fallidas del Caguñan y sus líderesas Imelda Daza y Aída Avella.

3° El Senador Iván Cepeda ha estado en Cúcuta, urbe clave entre Colombia y Venezuela, entrelazando a Asociaciones Campesinas de ese amplio Departamento de Santander (al Norte); uno de los más afectados en esta larga lucha. En ella se sufrió el Gobierno de tres guerrillas connotadas: el ELN, (Ejército de Liberación Nacional), las FARC y el EPL (Ejército Popular de Liberación). Y aun de grupos mafiosos que han desconocido, por décadas, la institucionalidad de Colombia, debido a las guerras.

II- PASOS GRADUALES

a Los negociadores de ambos bandos, con más insistencia los del Gobierno, enfatizan que los ‘pasos graduales’ deben redoblar esfuerzos para, en verdad, construir la Paz con base en esos Acuerdos de 2016.

b Iván Cepeda, firme e inteligente pieza clave en este proceso de Paz, asegura que todos los colombianos, con independencia de su ideología o Partido Político, están invitados a participar en las manifestaciones: “El uribismo tiene las puertas abiertas, tiene que saber que el cuarto de hora de odio ya ha pasado”.

c La misma oferta le llegará a Alejandro Ordóñez, Procurador General de Colombia, y un claro opositor (no sabemos por qué razones) del proceso de Paz del Presidente Juan Manuel Santos.

d El Presidente Santos ha pedido a sus conacionales que se informen sobre los Pasos para la Firma del Acuerdo por la Paz; tarea que quisiéramos noticiar desde la consignación en Bitácora, como una gota de adhesión.

e El mismo Mandatario, en su loable empeño, ha pedido también y ha afirmado ‘que a estas alturas de julio e inicios de agosto de 2016, ya se comienza el desmonte del aparato de la guerra” con las FARC, después de que esta guerrilla haya decidido dejar de extorsionar a la población para financiarse’.

f Sorpresivamente, en estos últimos días, camino a los acuerdos, sorprendió a toda Colombia, y aun a nuestra América, ya esperanzada en su ruta hacia la Paz, un reciente enfrentamiento entre el Ejército y las FARC en el Oriente del país, con varios rebeldes heridos. El lamentable incidente fue el 8 de julio por ‘un error de coordenadas (sic) equivocadas’, distintas al lugar donde debían operar las garantías de seguridad, en el Municipio de La Uribe, al Sur de Bogotá.

g El 23 de junio, en La Habana, Cuba, Manuel Santos y Rodrigo Londoño, alias Timochenko, “refrendaron un Acuerdo histórico para el cese bilateral y definitivo del fuego, y el abandono de las armas por parte de los rebeldes (foto superior).