¿Berries en el campo agavero?

Distinto panorama
Las berries se dejan ver en el paisaje agavero

Como productor agavero, el ex propietario de Tequila Herradura, Guillermo Romo de la Peña, indicó que mientras el agave sea rentable para el agricultor, éste le apostará a que se conserve el paisaje agavero. De lo contrario, se establecen productos más rentables, como ya ha sucedido con plantaciones de arándanos y otros cultivos, incluidos granos.
Y “para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo”, la Familia Romo ya introdujo las berries en el polígono agavero reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Romo afirmó que “puede ser que las berries le hagan ruido al agave…pero hay que reconocer que, con los precios que se paga el agave, no resulta muy atractivo para muchos productores, con o sin berries. Además, hay lugar para el agave y las berries”.
Resaltó que “el agave actual está más chico en su tamaño y menos bueno (en contenido de azúcares) que el de otras épocas. Antes, se recibían piñas de 100 kilogramos; la media era de 50 ó 60 kilos. Ahora, si llegan a 30, es mucho. No hay una política de largo plazo en favor del agave y los agaveros. Las mismas empresas tequileras han rechazado el término de agave maduro en la Norma Oficial Mexicana del tequila, para consumir menos”.
Hizo notar que las plantaciones de berries, en una zona tradicionalmente agavera, han sido un camino nuevo que se ha transitado con muchas sorpresas, comenzando con inversiones de 3 a 4 millones de pesos por hectárea para plantar estas frutillas.
Abundó que hay ciertos microclimas en el paisaje protegido del agave, donde se han adaptado muy bien las berries, “ya que éstas no se llevan ni con las heladas ni con lugares muy calientes”.

Una década del paisaje agavero
En el presente Verano ya se cumplió un decenio de que el llamado paisaje agavero de la región cuna del tequila se integró como parte del Inventario de la Humanidad, según lo declaró formalmente la UNESCO.
La promotora de tal nombramiento, la Cámara Nacional de la Industria Tequilera (CNIT), festejará este décimo aniversario con varias actividades, entre las que figura la creación de una bebida especial conmemorativa de esta fecha. También habrá, en octubre próximo, una agenda compartida con la Secretaría de Cultura de Jalisco.
Por cierto, el Director de este gremio, Juan Alberto Rivera Bueno, detalló que su producto conmemorativo será un blend (mezcla) en presentaciones de blanco, reposado y añejo, con botellas de colección, numeradas.
Quien en su momento fue gestor especial ante la UNESCO para el cabildeo del paisaje, el ex Presidente de la CNIT, Francisco Quijano Legorreta, comentó que, pese a las adversidades para cumplir los compromisos asumidos en la conservación del paisaje, se ha avanzado en mantenerlo vigente y darle una proyección turística.
Ahora el reto es que todos los actores involucrados en el polígono del paisaje caminen en la misma dirección: los agricultores agaveros, Autoridades, los empresarios tequileros y de los negocios turísticos, lo cual supone cumplir metas claras.
Reconoció que un comercio justo del agave es algo fundamental para que el paisaje sea un elemento vivo: “Cuando el agave pierde valor, sabemos que entran otros cultivos y actividades que ponen en riesgo al paisaje”.
La Secretaria de Cultura de Jalisco, Miriam Vachez Plagnol, refirió que hay retos urgentes para evitar el cambio de uso del suelo, de modo que tierras del paisaje agavero no se conviertan en gasolineras o fraccionamientos que afecten el entorno original reconocido por la UNESCO.

EL DATO

El paisaje agavero abarca un polígono de 34 mil 600 hectáreas en los Municipios de El Arenal, Amatitán y Tequila, donde se ubican plantaciones especiales del agave y antiguas fábricas tequileras, entre otros íconos de la cultura regional, como la Zona Arqueológica de Los Guachimontones, de Teuchitlán.