Sin violencia, la forma de creer

Sergio Estrada González
Ciudad de México

Con participación de representantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano, entre ellos el Obispo de San Cristóbal Las Casas, Chiapas, Monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, y el Obispo Auxiliar de Monterrey, Juan Armando Pérez Talamantes así como con diversas agrupaciones religiosas, y con el auspicio de la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión, recientemente se llevó a cabo el “Primer Encuentro de Legisladores y Consejos Interreligiosos de México”.
En su intervención, Mons. Arizmendi pidió la publicación de la “Ley Secundaria sobre Libertad Religiosa” para que queden debidamente reglamentados los cambios constitucionales que se hicieron en 1992, pues urge un marco legal mejor definido, y solicitó un cambio de régimen fiscal de las Asociaciones Religiosas, ya que, subrayó, no son empresas económicas ni debe equiparárseles como tales: “Somos Organizaciones con fines espirituales y comunitarios; nuestro objetivo no es comercial”.
El Obispo Arizmendi consideró necesario que el Instituto Federal de Telecomunicaciones considere el camino legal para que las Asociaciones Religiosas puedan poseer y operar Estaciones de Radio y Televisión, quitando los actuales impedimentos, lo cual -dijo- coadyuva al fortalecimiento de la Libertad de Creencias.

Chiapas, libre de conflictos
Luego ofreció una amplia explicación de la realidad en Chiapas, donde está su Diócesis, y remarcó que subsiste mucha intolerancia, en gran medida por la falta de respeto al Derecho a la Libertad de Religión. “Existen usos y costumbres que debemos respetar porque son la esencia del pensamiento y la cultura de los pueblos indígenas en aquel Estado, pero también debe ser promovida una cultura del respeto a las diferencias y a la Libertad de Creencias y de Culto. Estamos empeñados en que debemos llegar a una madura convivencia social, donde a nadie se impida practicar la Religión que sea más conforme a su conciencia, y ninguna Religión se imponga de forma violenta”.
En este sentido, rechazó categóricamente que los Obispos, Sacerdotes, Religiosas y demás Agentes de Pastoral de la Iglesia Católica promuevan acciones de intolerancia. Por el contrario, añadió, educamos a nuestros feligreses en el respeto a otras formas religiosas, en el aprecio a las diferencias y en la colaboración en asuntos comunes, como la lucha por la justicia, por la paz, por la ecología, por la reconciliación”.
Por su parte, Mons. Pérez Talamantes reconoció que aún falta mucho para lograr que la Sociedad madure el ejercicio del Derecho a la Libertad Religiosa, tutelado en el Artículo 24º de la Constitución Mexicana, y se cuente con una reglamentación cada vez más promotora de cultura, desde la base de los Derechos Humanos.
“La Ley Secundaria en materia de Libertad de Religión debe garantizar, asimismo, el Derecho de los padres para educar y cultivar con libertad la educación religiosa de sus hijos; tiene que garantizar la igualdad jurídica de todos los ciudadanos, independientemente de su Religión. Sobre todo, debe establecer los límites adecuados para garantizar el respeto a los Derechos de otros y el bien común; todo ello con pleno respeto a la Ley, al orden público y a cada tradición religiosa”, puntualizó el Prelado regiomontano.
Y rubricó: “Quienes profesamos y testimoniamos las diversas tradiciones religiosas rechazamos toda clase de corrupción, injusticia y violencia; aspiramos a un diálogo profundo entre la Razón y la Fe religiosa en orden al bien común; deseamos aportar a la construcción de la justicia y la paz en la Sociedad, y estamos llamados a reflexionar y trabajar juntos por el cuidado de la casa común, la defensa de los más necesitados y la construcción de redes solidarias de respeto y fraternidad”.