jueves, 14 de julio de 2016

Vida interior

Lupita:

Me da impotencia ver cómo avanza la cultura de la muerte: aborto, drogas y pornografía al alcance de todos. Lo peor es el grado al que han llegado a engañarnos, diciendo que todo esto es bueno. Los comentaristas de Televisión nos ridiculizan a quienes tenemos Fe y valores morales. Me siento ya sin fuerzas, creo que tenemos perdida la batalla, como que hablo al viento, que debo “tirar la toalla”, y el Cristianismo ya se acabó. ¿Cómo seguir adelante?

Ana Ma. Z.

Visita al Santísimo

Querida Ana María:
A veces Dios permitirá un Goliat en tu vida, para que encuentres al David que hay en ti.
¿Por qué un pequeño pastor pudo vencer a un gigante? En la lógica humana, era imposible. La fuerza de David venía de su vida interior. Sólo quien ha desarrollado fuertes resortes espirituales es capaz de enfrentar obstáculos gigantes.
Rafael Llano usaba esta metáfora: “¿Qué diferencia existe entre el barro y la roca? Al barro, cualquier lluvia lo diluye, cualquier bache lo transforma en charco. En cambio, la roca se mantiene firme frente a las tempestades y sigue sólida después de la tormenta”. Si queremos tener un alma como la de David, cimentemos nuestra vida en la roca que es Cristo. Hoy nos urge alimentar el espíritu, reconocer a Cristo vivo en el Santísimo Sacramento y visitarlo con frecuencia; hacer caer el reino del pecado con vida de Gracia.
Fortalece tu vida interior, y jamás querrás tirar la toalla. Aquí te propongo unas recomendaciones excelentes que he encontrado en el Folleto EVC número 287, que lleva por título: Quince minutos en compañía de Jesús Sacramentado. En él se habla del “ejercicio de la presencia de Dios”, y sostiene que es el camino más corto, más seguro y más sencillo para alcanzar la perfección cristiana. Consiste en el recuerdo constante de Dios, que fortifica el alma y la llena de paz y alegría. Las prácticas que propone son 5:
Resiste a las tentaciones con este pensamiento: Dios está aquí conmigo. Consérvate en estado de Gracia.
Ofrece a Dios todas tus obras, proponiéndote, en todo, su mayor Gloria. Rosario, Coronilla y otras devociones.
Dirige al Cielo frecuentes jaculatorias, que son breves oraciones de una frase, dirigidas al Señor con profundo amor y Fe.
Toma por modelo a Jesucristo en todas tus acciones.
Mira a Dios en todas las criaturas, alabándole y bendiciéndole por los bienes que ellas nos reportan.
Estas prácticas de vida interior endulzarán tu carácter y obtendrás paz y alegría. Piensa que si tu corazón palpita con los Corazones de Jesús y de María, quedará perfumado y santificado con su Amor.
De este modo, tendrás presente a Dios y la vida eterna en cada momento del día… Cuando subas una montaña, di: ‘Dios mío, acércame cada vez más a Ti’. Cuando laves una cosa, di: ‘Lávame, Señor, de mis culpas, limpia mi pecado. Al barrer, puedes decir: ‘Dios mío, barre y purifica mi corazón hasta en las partes más recónditas’. Si ves volar un ave: ‘Señor, haz que vuele también yo hacia Ti’.
En verdad, estamos viviendo tiempos de anti-cristianismo rapaz, pero sabemos que Cristo ya venció, y las insidias del Mal no prevalecerán. Nos corresponde hacer, con serenidad, lo que esté en nuestras manos, dejando lo imposible en las manos del que todo lo puede.
¡Vida interior, vida interior. Sólo así podrá reinar Jesucristo!

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