jueves, 15 de octubre de 2015

Presbíteros en Especialización

Afectos del Papa por México
Ya había mostrado su interés en venir

En principio, había sido invitado a visitar el Pontificio Colegio Mexicano, en Roma, donde se alojan más de 100 jóvenes Presbíteros que estudian post grados en Universidades de la Ciudad Eterna.

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José de Jesús Parada Tovar

Durante los últimos tres años, de agosto de 2012 a julio de 2015, el Padre Miguel Domínguez García se había desempeñado como Director Espiritual de esa Comunidad de Sacerdotes en la Capital de Italia. Desde el 31 de agosto del año en curso, es el nuevo Párroco de Nuestra Señora de La Asunción, en Jalostotitlán, Jalisco, perteneciente a la Diócesis de San Juan de los Lagos. Tuvo él la oportunidad de escribirle una carta al Papa Francisco; de recibir su respuesta, y de dialogar algunas veces con Su Santidad (Página 16).

IRRADIA BONDAD Y BUEN HUMOR
Nada propenso a hablar detalladamente sobre el tema, el señor Cura Domínguez accedió, sin embargo, a platicar amablemente con Semanario y a hacer algunas gratas reminiscencias: “Sostuve varias veces una comunicación directa con el Santo Padre Francisco, siempre muy cordial, muy paternal de su parte; de esas paternidades que me hacían remontarme a la experiencia de mi propio padre, que era muy ‘a todo dar’; pero también a la paternidad de Dios Nuestro Señor.
“Ciertamente eran pláticas informales, de ‘cómo estás’, ‘qué haces’. A veces, acerca de la Formación Permanente del Presbiterio. Por su cercanía, me decía ‘hijo’. Yo le preguntaba un poco de su agenda, y él me platicaba, hacía bromas y chascarrillos, pues es muy bromista el Papa. La última vez, una entrevista personal, fue el 3 de junio, a invitación expresa, pues quería yo despedirme. Se portó muy complaciente y formal: me firmó varias Bendiciones y rosarios; accedió a una breve videograbación y una fotografía; le mostré un álbum fotográfico de mi Familia; le pedí una especial Bendición para mi Diócesis. Todo lo recibía muy atento. Me platicó cosas que le preocupan mucho; asuntos de Iglesia que él lleva en su corazón”.

“VENGA A VERNOS”
“Al principio –continuó relatando nuestro entrevistado–, cuando no tenía yo una idea exacta de la carga de trabajo de Su Santidad, varias veces me atreví a invitarlo a la Casa del Colegio Mexicano en Roma. Obviamente, el Padre Rector, Armando Flores, lo convidó formalmente. A mí me expresó su deseo; ‘pero no me es tan fácil’, según me dijo, y por eso ya no insistí. Por supuesto que a todos los Padres del Colegio, Directivos y Alumnos, les encantaría recibirlo. También le pregunté si vendría a México. Oficialmente, no me tocaba a mí, pero ciertamente quien quiera puede expresarle informalmente una invitación de buena voluntad, ¿verdad? Se supone que sí quiere venir a nuestro país, pero ya él dispondrá las fechas”.

UNA GRATA EXPERIENCIA
A comienzos de los años 90 del siglo pasado, el Padre Domínguez García, recién ordenado Presbítero, vivió como estudiante en el Pontificio Colegio Mexicano, y 20 años después regresó como Encargado de la Espiritualidad, acerca de lo cual resumió: “Yo quedé muy contento con los Sacerdotes que se preparan allá. Los cuatro Padres Formadores pudimos hacer un trabajo bien conjuntado en equipo, y armonizado con la propuesta de la Formación Permanente del Clero.
“Se tomaban en cuenta todas las iniciativas, de tal modo que los alumnos no sienten que sólo van a Roma a estudiar, sino que van a una experiencia más integral y, sobre todo, en la perspectiva del crecimiento de su Fe, de su Sacerdocio, de consolidar su madurez espiritual, unida a su madurez humana, pues bien sabemos que, en aquellas circunstancias, se presentan muchos retos…
“En tres años de labores, yo percibí una Comunidad alegre, lo cual es mucho decir; Padres contentos; ninguno se regresó a México (al menos en el último año). Pudimos implementar algunas iniciativas, como ir a Encuentros en reducidos grupos, por ejemplo a Asís, básicamente para platicar acerca de su estado de ánimo, de su ministerio, de sus vivencias más significativas. Y esa experiencia pidieron ellos mismos repetirla con mayor frecuencia.
“Les insistíamos en asumir el estudio como una Ascética y como una Mística, de tal modo que puedan vivir, superar y sublimar esos momentos críticos de dificultad por lo que batallan en estudios muy especializados, y eso lo tomen como una oportunidad de renuncia, de entrega y sacrificio debido al idioma, la lejanía de los seres queridos, las fuertes exigencias académicas, la nostalgia, las limitaciones económicas… Y todo eso es una Ascética, una espiritualidad más ‘sinfónica’, que integra todos los aspectos de la vida, pero armónicamente, desde opciones de Fe, de opción sacerdotal”.

Oteando el futuro

PROPUESTA APLICABLE Y “AMIGABLE”
A juicio de este Eclesiástico alteño (oriundo de La Capilla de Guadalupe), “esta propuesta de espiritualidad sacerdotal es susceptible de llevar a cabo entre el Presbiterio de cualquier Diócesis, con tal de analizar toda la vida en perspectiva de crecimiento desde la Fe, su amistad con Cristo, su unidad, fraternidad y coherencia de vida, con docilidad al Espíritu Santo. Son las grandes líneas de la espiritualidad sacerdotal”.
En otro tiempo Formador y Maestro del Seminario de San Juan de los Lagos, Asesor de la Pastoral Juvenil y Coordinador de la Formación Permanente del Clero, el ahora Párroco de Jalostotitlán atiende también la Comisión Diocesana de Evangelización de la Cultura, y se propone trabajar con mayor énfasis en favor de la Familia y de la Juventud, “con mucha ilusión y entusiasmo, atentos a lo que nos diga el Espíritu Santo a través de la realidad”.

Con ánimo y esperanza
Nuevo ciclo en el Pontificio Colegio Mexicano de Roma

La Generación número 48 de esta Institución Eclesiástica que la Conferencia del Episcopado Mexicano fundó y sostiene en la Ciudad Eterna, dio comienzo a otro año de estudios que 119 Sacerdotes emprenden en Universidades Pontificias.

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José de Jesús Parada Tovar

A la entrada del espacioso Colegio por la Vía del Casaletto No. 314, un Monumento a Cristo Rey y Santa María de Guadalupe le da plena identidad al recinto y bienvenida a los que llegan. Y al ingreso del principal edificio, dos efigies en busto recuerdan con gratitud a sendos personajes: el Cardenal José Garibi Rivera, sexto Arzobispo de Guadalajara y singular promotor de la obra, y Su Santidad el Papa Paulo VI, hoy Beato, quien siendo Arzobispo de Milán cedió en venta considerada los terrenos para la construcción, que pertenecían a su Arquidiócesis.
Cabe indicar que anteriormente, y desde la segunda mitad del Siglo XIX, los Seminaristas o Presbíteros que eran enviados a estudiar a la Capital de Italia se alojaban en el Pontificio Colegio Piolatinoamericano, en la céntrica Vía Aurelia romana, conviviendo con compañeros caribeños, centroamericanos y suramericanos.

Casa llena, corazón contento
Semanario tuvo ocasión de platicar con el Padre Armando Flores Navarro, Rector del Colegio Mexicano, y quien procede de la Diócesis de Zamora. Con resuelta fluidez, nos detalló: “Gracias a Dios, el año empieza con mucha esperanza y alegría. Hay Casa llena, con 119 Sacerdotes estudiantes –40 de este año y 79 de años anteriores– y cuatro del Equipo Directivo. Así, una tercera parte de los Padres tiene ya la experiencia de vivir en Roma y de estudiar en las Universidades.
“Los cuarenta que llegaron en agosto son acompañados en un proceso para que se ubiquen de la mejor manera, tanto en la vida del Colegio como en las Universidades y en la Ciudad. Confluirán en trece Universidades Pontificias, según los Estudios de Especialización que se les han pedido en sus propias Diócesis, conforme a sus particulares necesidades pastorales. Se trata de Ciencias Eclesiásticas, pero también Ciencias Humanas, porque la Evangelización es el Mensaje de Dios que se comunica a los hombres. Hay que conocer lo mejor posible a la persona, así como queremos conocer a Dios, y también conocer a la Iglesia, que es la Evangelizadora; es decir, conocer el Mensaje, a la Mensajera y al Destinatario”.

En plena sintonía eclesial
Momentos singulares visualiza el Padre Armando Flores: “Este año nos presenta horizontes muy prometedores, por el desarrollo del Sínodo de los Obispos con el Tema de la Evangelización de la Familia, y luego el Año de la Misericordia; un año, pues, marcado por dos eventos eclesiales convocados por el Santo Padre con un mensaje y trascendencia para la Iglesia Universal. El Año de la Misericordia, a celebrarse en todo el mundo, en Roma tendrá una sede y referencia importantísima. Este año, naturalmente, le confiere un horizonte, contenido y expectativas especiales. Confiamos, por ello, encontrar muchas luces de Dios para nuestro ministerio”.

Otras peculiaridades
De las 92 Diócesis de la República Mexicana, hay alumnos de 48 de ellas, lo que equivale a poco más del 50% de representación, si bien hay algunas con varios estudiantes, y otras con sólo uno. Es muy rico el espectro de las Especialidades que cursan los Padres mexicanos. Por ejemplo, en cuanto a Ciencias Sagradas: Teología Fundamental, Dogmática, Moral y Bíblica; Historia de la Iglesia; Sagradas Escrituras; Derecho Canónico; Liturgia; Patrística; Espiritualidad. En cuanto a Ciencias Humanas: Filosofía; Sociología; Psicología; Bioética, etcétera.
Para los de primer ingreso, son dos momentos: “Cuando van llegando, son seis semanas de acompañamiento intensivo, a fin de que vean el Colegio como su casa, no como hotel o residencia, sino como una Comunidad Sacerdotal. Muy importante esto –recalcó el Padre Rector–, porque los conduce a dos dinámicas muy valiosas durante todo el año: pertenecer (estar presentes y desarrollar el sentido de pertenencia), y también participar, pues la vida de Comunidad precisa su participación.
“El Colegio les ofrece respaldo institucional ante la Santa Sede, la Diócesis de Roma, las Universidades, el Estado Italiano, así como lo necesario en la vida comunitaria, como sus alimentos, espacios adecuados para su habitación, deportes y esparcimiento, para que se sientan en comunión fraterna y se conozcan bien entre sí como hermanos. Se les ayuda a conocer los principales aspectos de la gran Capital que es Roma, su cultura, vialidades, transporte, idioma, que inicialmente
estudiaron por cuatro semanas en México y continúan aquí para adquirir la suficiente capacidad de interlocución con sus Profesores, compañeros y con la gente.
“La segunda parte viene al comenzar las clases, y nos toca a los cuatro Padres Formadores acompañarlos, animarlos, marcando la ruta, asegurando la unidad y haciendo las gestiones de casa y académicas para que nada les falte. Es pastorear a los Pastores”.

Equipo Directivo Colegio Roma ARR

Invitación al Papa
Cuando inició su ministerio papal, concretamente el Padre Flores Navarro convidó a Su Santidad a darse una vuelta por el Colegio Mexicano: “Le mandamos una carta, y nos respondió de inmediato con una misiva muy bonita. No dijo que sí ni que no. Simplemente, que quisiera estar siempre presente en la Comunidad y que pidiéramos por él. Mantenemos y reiteramos la invitación, y no perdemos la esperanza de que algún día esté entre nosotros”.

Colaboran con el Padre Rector: el Pbro. Julián Marciano Reyes García, Director Espiritual, procedente de la Arquidiócesis de Tulancingo; el Pbro. Víctor Ulises Vázquez Moreno, Ecónomo, de la Diócesis de Apatzingán; y, como Prefecto de Estudios, el Pbro. Héctor Javier Villa Hernández, de la Diócesis de Ciudad Juárez.

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