jueves, 15 de octubre de 2015

Está en juego el futuro de las generaciones

Romería 2015
María, Protectora de nuestra Diócesis y de las Familias

Nota1

Equipo de Reporteros del Sistema Informativo
de la Arquidiócesis de Guadalajara (SIAG)

Durante la Misa de Renovación del Patrocinio de la Virgen de Zapopan sobre nuestra Arquidiócesis, el domingo 11 de octubre, que se celebró en la Explanada del Instituto Cultural Cabañas, participaron Sacerdotes, Religiosos y Religiosas, miles de fieles, y presidió el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, Arzobispo Emérito de Guadalajara, acompañado del Obispo de Aguascalientes José María de la Torre Martín, y de Mons. Juan Humberto Gutiérrez Valencia, Obispo Auxiliar de Guadalajara.
En la homilía, el Cardenal Juan Sandoval aseguró que no hay un pasaje del Evangelio más apropiado para la Liturgia como el de la Visita de María a su prima Isabel, “porque con la Virgen de Zapopan, se trata de una visita que nos ha hecho durante 485 años, desde los inicios de la Evangelización de Occidente. En 1530, apareció en el pecho de un Fraile misionando de un pueblo a otro, atrayendo los corazones con su amor maternal; hecha instrumento de Dios muy eficaz, para que los corazones se abrieran al Mensaje del Evangelio”.

Un signo para Occidente
Mencionó que después de que La Estrella de la Evangelización pacificó la región, se asentó en su Santuario, pero siguió siendo Evangelizadora y continuó su peregrinar. “Hoy concluyen las visitas anuales de esta Santa Madre de Dios a esta Ciudad de Guadalajara; cuánto le agradecemos a Dios que nos haya dado este signo de amor y predilección, que ha sido garantía de que la Fe que predicaron los Hijos de San Francisco, a pesar de todo, siga viva en el corazón de los fieles de esta región. Es también signo de acompañamiento para esta Ciudad”.
Asimismo, recordó que el Papa Paulo VI, durante el Concilio Vaticano II, proclamó oficialmente a María, Madre de Dios, como Madre de la Iglesia. Y agregó: “Hoy nos visita y nos trae a Jesucristo, que es el remedio para todos los males del cuerpo y del alma; los males que ha padecido la Iglesia a través de los siglos y los que padecemos ahora. Creo que la perversión de la juventud, a veces programada desde las escuelas, es un mal inmenso que quita la inocencia, y a los que apenas van creciendo los orienta al libertinaje. Falta ver los libros de texto de Primaria y Secundaria. La perversión de la juventud que está metida en el vicio y la droga, que los alejan de la Iglesia”.

El mayor de los males actuales
El Cardenal Sandoval Íñiguez aseguró que la corrupción en general, de personas y de instituciones, está llegando al descaro, y que “la Familia, que es obra maestra de Dios, que es lo mejor que puede tener un hombre en su paso por este mundo, está siendo atacada en un plan perverso. Estos males en un pueblo cristiano, ¿cómo se explican? Sin duda, la razón es que vamos haciendo a un lado a Cristo, por lo que la Familia pierde calidad humana y moral. Si Cristo no está en el corazón de los dirigentes de la Sociedad, fácilmente entra el Demonio con sus malas sugerencias, y el poder que tiene les ayuda para hacer el mal. Si no está en las instituciones educativas, ¿cómo quieren que se eduque como ciudadanos con responsabilidad, con moral, con sentido de amor y de respeto a la dignidad de los prójimos?”.
Por último, hizo un llamado a todos los Pastores (Sacerdotes, Religiosos, Seminaristas) a llevar a Cristo en su corazón, para que puedan, con la palabra y el ejemplo, “elevar la conciencia y la vida moral de nuestro pueblo, que sufre pérdidas de bienes espirituales y materiales, porque uno de los males que sienten los mexicanos es la pobreza, que va creciendo; una pobreza en todos los sentidos: no hay comida ni medicinas ni atenciones ni educación ni representatividad; una pobreza total; estamos marginados como Sociedad”. Y llamó a todos a pedir por los Obispos reunidos en Roma en el Sínodo de la Familia para que la Virgen les mande, por su intercesión, el Espíritu Santo en abundancia, y encuentren resoluciones pertinentes a las necesidades de la Familia.
Al final, se hizo la Oración de Renovación del Patrocinio y se dio la Bendición con la imagen. Después, fue acompañada con el rezo del Santo Rosario hasta la Catedral, donde permaneció hasta las 6 de la mañana.

Misa en la Catedral Metropolitana
“Somos hechura de Dios para realizar las buenas obras”

Mons. Juan Humberto Gutiérrez Valencia habló del compromiso que tenemos, de hacer palpable la presencia de Dios en el mundo a través de nuestro testimonio y del ejemplo de María.

Nota 3

El lunes 12 de octubre, en punto de las 5 de la mañana, se ofició la Misa de Despedida de Nuestra Señora de Zapopan en la Catedral Metropolitana que, como cada año, se colmó de miles de fieles que acudieron, desfilando durante toda la noche y la madrugada, a dar gracias por la presencia amorosa de María en nuestra Arquidiócesis.
La Santa Misa fue presidida por el Obispo Auxiliar Juan Humberto Gutiérrez Valencia, quien estuvo acompañado por Fray José de Jesús González Hernández, Religioso Franciscano y Obispo de la Prelatura Misional de Jesús María, en la Sierra del Nayar.
En su homilía, Mons. Gutiérrez Valencia se refirió a la visita de la Virgen María a su prima Isabel para comunicar la Gracia recibida al ser elegida para ser la Madre de Nuestro Señor. “Hay que participarlo a todos”.

La Estrella de la Evangelización
“Se ha cumplido esta palabra también aquí en nuestra tierra. La Virgen María, en su imagen bendita de Nuestra Señora de Zapopan, ha estado recorriendo durante casi cinco meses las comunidades de nuestra Diócesis para llevar a todos la alegría de su Hijo Jesucristo. Por eso la llamamos ‘La Evangelizadora’, la que trae buenas noticias, la que lleva consuelo, la que lleva alivio, la que lleva esperanza”, precisó el Obispo, y añadió que, a ejemplo suyo, todos estamos llamados a ser discípulos y misioneros, en los que Jesús se haga carne; pero esto no puede hacerlo si no hay Fe.
“La Virgen María es para nosotros modelo de caridad. Ella va impulsada por el amor a los demás, movida a hacer el bien, y a eso estamos llamados también todos nosotros, sus hijos. La Iglesia está por comenzar, en unos meses, el Año de la Misericordia, del perdón; debemos considerar cómo vamos a mostrar con nuestra vida, con nuestra conducta, el Rostro Misericordioso de Dios.
“Nuestra Sociedad y comunidades sufren violencia y atropellos; están necesitadas de la Misericordia. María es Madre de Misericordia. Ha tenido compasión de nuestras
desgracias y necesidades. Ella debe inspirarnos a ser misericordiosos.
“Hoy que acompañamos a la Virgen a su Santuario, no debemos considerar esta partida como si nos dejara. Siempre está pendiente de lo que necesitamos, de aquello que más nos hace falta. Su visita debe ser un motivo para vivir cada día más de acuerdo con la Palabra de Dios”.

Por la unidad de las familias
“Es muy importante que encomendemos a la Virgen María la unidad de nuestras familias, el amor y el perdón. Recordemos también, siempre, a los más necesitados. No es importante cuánto damos, sino cuánto nos damos a los demás. Que nos preocupemos de los marginados, de aquellos que la Sociedad hace a un lado.
“Ojalá cada día nos sintamos más responsables de nuestros hermanos; que salgamos de nosotros, a ejemplo de la Virgen María, a comunicar con nuestra vida la Buena Noticia del Evangelio”, concluyó el Prelado.
Alrededor de las 6.30 de la mañana inició el recorrido de la imagen hacia su Basílica. El trayecto comenzó al salir de la Catedral Metropolitana por la puerta principal en Av. Alcalde, continuó por Hidalgo, dio vuelta en Liceo-Corona hasta la Avenida Juárez-Vallarta; siguió por Unión y la Avenida de Las Américas, hasta la peatonal Calle 20 de Noviembre, de Zapopan, para arribar a su destino, la Basílica, acompañada y vitoreada por decenas de miles de piadosos romeros.

Misa en la Basílica de Zapopan
“Que María pacifique nuestra tierra”

En la Misa de Bienvenida a la Basílica de Zapopan, Mons. José Gpe. Martín Rábago, Arzobispo Emérito de León, pidió la intercesión de la Virgen Pacificadora para que cese el clima de inseguridad y violencia en la región, como también le suplicó que nos convierta en la Fe y transforme nuestros corazones.

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Minutos antes de las 11 de la mañana, inició la Misa de Bienvenida a su Basílica de Zapopan, de Nuestra Señora de la Expectación. La llegada estaba prevista a las 12 del mediodía; sin embargo, el fluido avance del contingente permitió que la imagen llegara al Arco de entrada de Zapopan alrededor de las 10.30 horas y que la Misa iniciara antes de lo previsto.
La Celebración Eucarística fue presidida por Don José Guadalupe Octavio Martín Rábago, Arzobispo Emérito de León, surgido de la Iglesia de Guadalajara, y quien ese día celebró 80 años de edad; además, estuvieron presentes Mons. Juan Humberto Gutiérrez Valencia, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis, y Mons. José de Jesús González Hernández, Obispo Prelado del Nayar.

Pensar en las familias
En su homilía, el Arzobispo Martín Rábago saludó, en nombre del Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, quien se encuentra en Roma participando en el Sínodo de las Familias, y refirió que la presencia de esta venerada imagen de Zapopan ha sido fuente de Bendición y de Gracia.
“María está siempre en salida para anunciar el Evangelio, siempre llevando a Jesús. Después de visitar como Pastora las casas de sus hijos, ahora vuelve a su Casa, a su Santuario, para seguir anunciando el Evangelio de la vida.
“La multitud que hoy se encuentra congregada le arroja piropos como pétalos de rosas. Ésta es, sin duda, una fiesta de agradecimiento, de bienvenida filial, de la confesión de una Fe que permanece inalterable. Esta Romería se ha desarrollado en el contexto del Sínodo de las Familias, cuando en Roma los asambleístas del Sínodo analizan la vocación y misión de las familias, en víspera también de la Apertura del Año Santo de la Misericordia.
“Esto nos recuerda que María es Madre de Misericordia, a quien le queda muy bien este Título en su advocación de Nuestra Señora de Zapopan, pues eso ha sido Ella para nosotros; eso es lo que Ella ha sembrado en esta tierra: misericordia y ternura desde su llegada como Pacificadora.
“De María aprendemos a ser Evangelizadores de la Misericordia Divina, y debemos serlo sobre todo en el ámbito de nuestras familias. La Misericordia nos capacita para perdonar las ofensas”. Asimismo, invitó a los fieles presentes en las inmediaciones de la Basílica de Zapopan, a tender la mano abierta y socorrer a los necesitados.

La paz con nosotros
“En estos momentos, la Familia está siendo agredida por poderosas fuerzas destructivas y necesita ser fortalecida. Cuánto necesitamos robustecer esta célula fundamental de la Sociedad. Lo que está en juego es el porvenir de las generaciones presentes y futuras.
“Guadalajara, hoy, vive con preocupación y con miedo por la violencia creciente. Nuestra Sociedad está urgida de un clima de justicia, honestidad y verdad. Hoy, todos reclamamos mayor seguridad, pero no la conseguiremos con medidas que no vayan al corazón de los problemas, al corazón de las personas”.
Citando al Papa Francisco, el Arzobispo Martín Rábago manifestó: “En este contexto, me parece oportuno decir una palabra a quienes pertenecen a un grupo criminal: Por su bien, les pido cambiar de vida, no caigan en la terrible trampa de pensar que la vida; depende del dinero, y que, ante él, todo el resto se vuelve carente de valor y dignidad. Eso es sólo una ilusión. El dinero no nos da la verdadera felicidad; la violencia usada para amasar fortunas, que encubre sangre, no convierte a nadie en poderoso ni inmortal. Para todos, tarde o temprano, llega el Juicio de Dios, al cual ninguno puede escapar.
“En el regazo de Nuestra Señora de Zapopan ponemos nuestro presente y futuro, y le pedimos que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos”, terminó diciendo el predicador, quien invitó a los presentes a recitar algunas frases de la Salve.
La Misa finalizó aproximadamente a las 12.15 horas. Después, la imagen de “La Generala” fue trasladada al interior de su Basílica para recibir a todos los peregrinos que desearan acercarse a venerarla y pedirle favores. (Fotogalería en las páginas 18 y 19).

Superó las expectativas esta Romería, asegura encargado de Logística

En entrevista exclusiva, el Pbro. Daniel Hernández Rosales, Encargado de Logística de la Romería por parte de la Arquidiócesis de Guadalajara, comentó que “en la Romería de este año, hubo mucha afluencia de personas; fue un recorrido muy ágil; la gente, a pesar de la nueva ruta, permaneció junto a la Virgen de Zapopan. Puede decirse que el cambio de itinerario rebasó nuestras expectativas, pues la estrategia que seguimos, de mandar por delante a las danzas desde muy temprano, nos favoreció para que el contingente avanzara más rápido”.
En general, fueron 50 los Grupos y 3 los Cuarteles de Danzas, que sumaron un total de 35 mil danzantes, mismos que precedieron el carro que transportó a “La Chaparrita”, en su regreso a casa. La edición 281 de la Romería de la Virgen de la Expectación reportó una asistencia de 1 millón 500 mil personas.

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