¿El Seminario, misionero?

Vocación implícita

Francisco Bernabé Francisco,
3° de Teología

La Misión “Ad Gentes” es una manera de vivir todas las vocaciones específicas, respondiendo al envío de Jesús a sus discípulos antes de subir a los Cielos (Mt 28, 19). Todo cristiano, donde quiera que se encuentre, ha de buscar, ante todo, promover la evangelización.

MES DE LAS MISIONES
El Seminario Mayor de Guadalajara, en este octubre, Mes de las Misiones, se prepara a desarrollar y hacer crecer, en cada uno de sus alumnos, “el espíritu misionero”. En el Seminario Diocesano existe un Equipo de alumnos de “Misión Ad gentes”, que tiene como objetivo alimentar la conciencia misionera entre los estudiantes; esa conciencia de que somos Misioneros y estamos preparándonos para ir a predicar el Evangelio a donde nos envíen. El Seminarista, quien se prepara para ser Pastor del Pueblo de Dios, debe ser Misionero por esencia, y aprender que tendrá que hacer presente la acción de la Iglesia de modo visible en su configuración con Jesucristo Buen Pastor, a fin de ir en busca de sus ovejas, alimentarlas, verlas crecer, curarlas y hacerlas volver al redil.
La actividad del Equipo contempla dos jornadas fuertes: la primera es en octubre, llamado Mes de las Misiones, porque en estos días se lleva a cabo la Jornada Mundial de las Misiones; y la segunda se desarrolla en el tiempo de “Misiones”, que incluye la antiguamente llamada “Semana de Pasión”, previa a la Semana Santa, y esta misma. Además, todo el mes de julio.

CELEBRACIONES
CON ÍMPETU MISIONERO
En los cuatro lunes del mes de octubre, vienen Padres Misioneros de diferentes Congregaciones e Instituto Religiosos a celebrar la Eucaristía; los jueves se efectúan “Horas Santas Misionales”, también encabezadas por algún Sacerdote Misionero. Adicionalmente, se edita una estampa que contiene la Oración por los Misioneros, que es proclamada durante estos días (octubre), y que fue oportunamente repartida a la Comunidad. Asimismo, los viernes de este mismo mes se reza el Rosario Misionero, dirigido por algunas Hermanas Religiosas. El domingo 31 culminará la Jornada de las Misiones en el Seminario con una Misa de Clausura, presidida por el Padre José Guadalupe Miranda Martínez, Vicerrector.

SEMINARIO MISIONERO
Aproximándose la Semana Santa, alumnos y Padres Formadores del Seminario nos preparamos para ir a dar testimonio de Cristo Vivo y Resucitado a las distintas comunidades parroquiales de nuestra Arquidiócesis, tanto urbanas como foráneas.
Las Misiones de Cuaresma y Semana Santa son un acontecimiento que los Seminaristas esperamos con gran anhelo, por ese deseo de ir a anunciar el Evangelio. Gracias a Dios que nos da la oportunidad de acudir al encuentro de nuestros hermanos, de compartir nuestra Fe, presentes entre ellos.
Año con año, el Seminario Diocesano de Guadalajara organiza, durante el Verano, actividades apostólicas en diversas Parroquias de la Arquidiócesis; una experiencia indispensable en el proceso formativo de los Seminaristas, pues ellos serán los futuros guías del Pueblo de Dios.
A diferencia de las Misiones de Cuaresma y Semana Santa, que tienen una duración de quince días, las de Verano tienen un tinte especial: los Seminaristas Misioneros se ponen a disposición de los Párrocos que solicitaron con antelación su presencia en su Parroquia, donde han de aprender compartiendo con los fieles de las Comunidades, visitando hogares, atendiendo Grupos Parroquiales, buscando la convivencia entre los compañeros de trabajo y el Sacerdote o el Diácono encargado de cada Campo-Misión, entre otras muchas experiencias y actividades. Todo esto, como un adelanto de lo que les espera, si Dios quiere, en su ministerio por venir.
Encomendándose a María Santísima es como estos Misioneros podrán cumplir con la voluntad del Señor y mejor aprovechar este tiempo que el Seminario les propone para crecer en su formación con miras al Sacerdocio.
La Misión es tarea de todo bautizado, mas no basta con saber que otros hacen Misión. Siempre, todos los fieles católicos tendrán la oportunidad de orar, de ofrecer actos espirituales en beneficio de la gran Misión de la Iglesia, a la que, con orgullo, pertenecen por el Bautismo.