jueves, 19 de noviembre de 2015

El Sínodo de la Familia, implicaciones en nuestro caminar

Pastoral Familiar

La frescura del Sínodo de los Obispos sobre la Familia se vive todavía, y aún más con renovada esperanza se desea el Documento Oficial del Papa, que marque la ruta para la guía pastoral.

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Pbro. Eduado Pajarito González y Cristina Parra Aguirre

Ya desde ahora, en la “Relatio Synodi” (Relación Final del Sínodo), se nos invita a trabajar acudiendo a todas las familias, especialmente a las que han sido o están heridas, a aquellas que no están dentro de un Grupo de la Parroquia o Movimiento de Pastoral, con las que somos llamados a vivir la Misericordia, no como algo que está “de moda”, sino como una actitud de vida, como dice el Sínodo.
La tarea es grande: familias monoparentales, divorciados vueltos a casar, abuelos que se hacen cargo de sus nietos, la viudez, familias con personas de capacidades diferentes, migrantes y el luto en la familia. Por eso estamos llamados a que los hogares sean escuelas de misericordia. Todos estos temas son tocados en el Sínodo y aparecen en la Relación Final en los números del 13 al 29.

Un Plan Divino
Aparece también, en la segunda parte del Documento, “el Plan de Dios en la Familia”, en que se describe el diseño original de Dios para con esta Institución, su fundamento en la Sagrada Escritura y las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia; se resalta la doctrina de la indisolubilidad del Matrimonio y su carácter sagrado.
Hace hincapié en que la preparación remota, próxima e inmediata al Matrimonio debe ser una formación más completa e integral que pueda ofrecer bases sólidas a los jóvenes que desean acceder al Sacramento del Matrimonio. Los Padres Sinodales también retomaron la doctrina de la “Humanae Vitae”, de Paulo VI, en torno a la procreación de los hijos y la actual proliferación del aborto y la contraconcepción.
No pudo pasar por alto el tema de los divorciados vueltos a casar, y respecto a ellos señala que “deben ser mejor integrados en la comunidad cristiana en las diversas formas posibles, evitando ocasión de escándalo”, y que no deben sentirse excomulgados, sino darles un acompañamiento para que se sientan parte de la Iglesia.
En cuanto al tema de las personas con preferencia al mismo sexo, cita lo siguiente: “La Iglesia reafirma que toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad y acogida con respeto, procurando evitar ‘todo signo de discriminación’”.

La tarea
Para enfrentar esta encomienda, el Sínodo nos pide una formación a todo Agente de Pastoral: “Es necesaria una renovación de la Pastoral Familiar a la luz del Evangelio y las enseñanzas del Magisterio. Para ello, hay que proveer de una formación más adecuada a los Presbíteros, Diáconos, Religiosos(as), Catequistas y otros Agentes, que debe promover la integración de la Familia en la Comunidad Parroquial” (RS15, N. 61). El mismo Documento pide que sean las familias más experimentadas las que acompañen y ayuden a las que van comenzando su caminar conyugal.
La Sección Familia de la Arquidiócesis de Guadalajara acoge este Mensaje y trabaja ya en los retos que se nos presentan, derivados de este Sínodo, comenzando con la firme convicción de que la “Familia” no sólo es DESTINATARIA de Evangelización, sino que, al mismo tiempo, es PROTAGONISTA en la Evangelización.

Empezando desde casa
Los esfuerzos van encaminados a trabajar de manera conjunta y articulada desde el Arzobispo, los Vicarios Episcopales, Decanos, Presbíteros, Agentes de Pastoral, para hacer llegar a todas las personas una Evangelización más creíble, más viva, más cercana, profunda y acorde a los requerimientos de iluminar su realidad, curar sus heridas y presentarles un Cristo Vivo que quiere compartir con ellos la vida familiar.
Uno de los variados trabajos que se están impulsando en Sección Familia es la configuración de un “Itinerario Matrimonial” que responda a la necesidad expresada por el Papa Francisco en este Sínodo, a fin de que los candidatos al Matrimonio vayan mejor preparados; que su formación sea más profunda, más extensa, aunque se casen menos. Estamos conformando un proyecto que abarca desde los aspectos antropológicos, familiares, sociales, espirituales y de vida de Fe, para que, desde la etapa de noviazgo (preparación próxima), vayan reuniendo los elementos formativos, vivenciales, de madurez física, espiritual y emocional, y que, en la etapa de formación inmediata (prematrimonial), reciban un acompañamiento de parte de Agentes con sólida formación en el Magisterio de la Iglesia, así como en áreas profesionales (Psicología, Ciencias de la Familia, Sexualidad, etcétera).
Además, para que puedan recibir con PLENA CONCIENCIA una adecuada preparación al Sacramento del Matrimonio y, posteriormente, su familia se consolide y sean miembros activos de la Iglesia Diocesana con la Formación Permanente, que es parte de este “Itinerario Matrimonial”, así como perseverando en su participación sacramental y colectiva en su comunidad.

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