jueves, 17 de diciembre de 2015

El Corazón amoroso de Dios, inclinado para sanar nuestras miserias

Posada y Convivencia de Comunicadores

Con gran respuesta, se llevó a cabo la Convivencia que la Pastoral de la Comunicación organiza a los Medios locales, con la intención de compartir los alimentos y de que reciban el mensaje del Arzobispo de Guadalajara.

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Dulce Natalia Romero Cruz

Este anual evento se realizó en el Seminario Diocesano Mayor de Señor San José el miércoles 16 de diciembre. Comenzó con una Eucaristía presidida por el Padre José Rosario Ramírez Mercado. Durante la Homilía, después de pedirles a todos los Comunicadores que dijeran su nombre y el Medio en el que desempeñan su labor periodística, habló sobre la vocación: “El alimento de todos los días es la televisión, la radio, la noticia impresa, todos los recursos nuevos de un mundo que se ha hecho notablemente desarrollado en la comunicación. Desde los romanos al levantarse, lo hacían con la angustia del quid novi, que quiere decir ‘qué hay de nuevo’, por lo que en este mundo no sólo necesitamos los aparatos, sino también la mente y el corazón de los que transmiten”.
Además, comentó que la vocación se desarrolla haciendo camino al andar, porque “se es comunicador comunicando de persona a persona”.

3 puntos importantes
“El Comunicador tiene la misión de ser veraz, oportuno, y de ser claro. Tendrás que ser amigo de la verdad aunque te duela; si no, te rechazarán. Debe ser claro, porque la gente no quiere perder el tiempo; y tercero, debe ser oportuno: si no es pan de hoy, será pan de ayer, y a nadie le interesa. Y si añadimos otra característica, es ser atractivo. Por eso, los buenos Periodistas venden ‘el pan caliente y aromático’. Ésta es la misión a la que ustedes han sido llamados, porque el verdadero Periodista jamás envejece, no mira para atrás, mira el día de hoy y el futuro”, advirtió el Padre “Chayo” Ramírez, quien también citó al Poeta Enrique González Martínez: Sólo tres cosas tenía para su viaje el Romero: los ojos abiertos a la lejanía, atento el oído y el paso ligero’… ése es el Periodista”.

A los Comunicadores Sociales
Mencionó que el Periodista católico tiene que ser un pregonero de Cristo: “En la Fiesta de La Inmaculada Concepción de la Virgen, saqué un silogismo de un Teólogo inglés, que dijo: ‘Convenía que la Madre de Dios fuera inmaculada; podía serlo, entonces lo hizo’. Y los españoles lo decían de una manera graciosa: ‘Quiso y no pudo, no es Dios; pudo y no quiso, no es hijo; digamos, pues, que pudo y quiso’. Yo lo aplico al Periodista católico: quiso y no pudo, no es Periodista; pudo y no quiso, no es católico; digamos, pues, que ustedes pueden proclamar a Cristo”.
Recordó que la primera Periodista fue Santa María Magdalena; los siguientes fueron los Apóstoles, al llevar la Buena Nueva por todo el mundo, pese a sus limitaciones de impreparados culturalmente hablando.
Convivencia
Ya en el desayuno, el señor Cura José Abel Castillo Castillo, Coordinador Responsable de las Celebraciones por el Año de la Misericordia habló sobre la apertura del Año Jubilar con ese motivo, entregando a los presentes un Subsidio (Documento ilustrativo) con el Edicto en el que el Cardenal José Francisco Robles Ortega convoca a la Iglesia Arquidiocesana a celebrar esta gran Fiesta, además de actividades prácticas de cómo se vivirá en las comunidades, y se añade la Oración respectiva. Pidió que se difunda en los Medios este Año Jubilar.

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Mensaje de Navidad, del Cardenal Robles Ortega
“Quiero resaltar que la Navidad es para darnos la ocasión de profundizar en el Infinito Amor que Dios nos ha manifestado dándonos a su único Hijo, Jesucristo, para nuestra Salvación. Pudiéramos decir, con San Pablo, aquella palabra con toda verdad y con todo derecho: ‘Cristo nace para mi Salvación. Me amó y se entregó por mí’. Que no dejemos pasar esta ocasión para hacer llegar este Mensaje de Amor, pero dirigido a cada uno de nosotros; que lo personalicemos y lo asumamos, y que le saquemos toda la fuerza para vivir esta certeza del infinito Amor de Dios.
“En el contexto de este Año Jubilar, quiero decirles que la Misericordia está compuesta de dos palabras, una que hace referencia a la miseria; la otra, al corazón, cor, cordis, en latín. En pocas palabras, la Misericordia es: el Corazón amoroso de Dios, inclinado para sanar nuestras miserias. Él tiene un corazón tan infinitamente grande, que es capaz de cubrir y remediar nuestras más grandes miserias.
“Yo sintetizo la Misericordia con dos expresiones de Jesús: ‘No son los justos los que tienen necesidad de Salvación, o no son los sanos los que necesitan el médico, sino los enfermos’, ahí dice expresamente: ‘Yo no he venido por los justos ni por los sanos, sino por los enfermos, y he venido a buscar la oveja perdida de la Casa de Israel’. Vino para compadecerse de nuestras miserias, asumirlas y redimirlas.
“Este mensaje quiero que sea para cada uno de ustedes, que lo personalicen y que también sea un mensaje para sus familias. Ustedes tienen los ojos abiertos al mundo de la Sociedad, al que se debate todos los días ante las dificultades; pero no cierren los ojos a su pequeño mundo interior, para que, viéndolo, se sientan amados por Dios.
¡Una muy feliz Navidad, llena de paz y alegría!”.

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