viernes, 12 de agosto de 2016

Ancestral devoción a Santo Santiago Apóstol

Documentos que conservan tradiciones

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Lic. Helia García Pérez.
Seminario de Cultura Mexicana, Corresponsalía Guadalajara.

Dentro de la Colección Becarios, del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA), la Becaria e Historiadora Abigail López Díaz, quien además es la Cronista del Pueblo de San Juan de Ocotán, Delegación Municipal de Zapopan, presenta el Libro de San Juan de Ocotán, obra de reciente edición.
El Libro nos muestra las formas de percibir la Fiesta anual dedicada a Santo Santiago Apóstol en esta comunidad. Dicha obra, en su estructura, está compuesta de cuatro Capítulos. El primero, constituye un panorama general de la población de San Juan de Ocotán. El segundo, recopila la memoria histórica de la comunidad. Los últimos dos, están enfocados a cuestiones etnográficas.
En el texto encontraremos los recorridos que los Misioneros Franciscanos efectuaron en el territorio de la Nueva Galicia en el momento de la Evangelización; el establecimiento en los primeros quehaceres a favor de la Doctrina Cristiana, y el comienzo de la veneración hacia Santiago Apóstol.
Ocotán significa “lugar de ocotes”. Algunos lugareños, a finales del Siglo XIX, solían llamarlo el “pueblo de los cedazos”, quizá en alusión a alguna actividad productiva. En su portada, este volumen ostenta una pintura del Santo Apóstol y Mártir, que se halla en el Coro de la Capilla en Cocucho, Michoacán.

Origen y desarrollo
Cabe la posibilidad de que la Fiesta en honor de Santo Santiago, en San Juan de Ocotán, hubiera surgido en algún momento cercano al año 1815. La relevancia de esta escenificación de Los Tastoanes estriba en que todavía en la actualidad permanece multiplicada y celebrada en varias otras localidades.
La festividad tiene lugar desde el primer domingo de julio, que es cuando se hacen las elecciones de los personajes, conocida esta fecha como el “día de la lisión” o elección. Al segundo día se le conoce como el “día del atole”. La preparación y la entrega de esta sabrosa bebida autóctona corresponde especialmente a las mujeres. Junto con el atole, se manda hacer pan especial: el torcido, pan de 30 centímetros, que se entrega en canastos o chiquihuites. La pócima es preparada en grandes ollas o peroles; se elabora con agua, trigo y piloncillo para endulzar, y debe de estar lista para las 12 del medio día.

Para el rebumbio
El Novenario de la Fiesta inicia el 16 de julio. Los peregrinos van llegando al lugar con niños vestidos de “Santiaguitos”. La mayoría los viste por devoción, y algunos otros por “manda”. La Banda de Música, en esta Fiesta, entona el Himno de Santiago el Mayor.
Los encargados de la pólvora dan aviso a la población, que ya es hora de la Procesión. El nuevo Caballero, a su vez, debe cumplir con responsabilidad y gratitud, ya que se considera un privilegio tomar e interpretar este papel. Se viste con el atuendo que el Santiago viejo le ofrendó.
Los directivos y danzantes almuerzan escuchando el tamborcito y la chirimía. Todos acuden a la Plaza para continuar con la representación de este ritual, que culmina con la muerte de Santiago por parte del personaje del Sirinero y los Tastoanes.
Santiago Apóstol, Luz y Patrón de las Españas, el misterioso guerrero del caballo blanco, no puede dejar de proteger a los que invocan con vehemencia y Fe su poderosa ayuda.

Adquiera este volumen con su autora, en San Juan de Ocotán.
Cel. 33 17 80 91 13.

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