Convivencia e integración a través del deporte

Paseo de Santo Tomás

Alexis Obed de la Torre Carranza
3º de Filosofía

Anualmente, y desde hace ya muchos años, el Seminario Diocesano de Guadalajara organiza el muy esperado Paseo de Santo Tomás, que se lleva a cabo el viernes anterior al Miércoles de Ceniza, siendo que primero el día de Santo Tomás era el 7 de marzo y después el Paseo. Este encuentro convoca a las tres Facultades del Seminario: Teología, Filosofía y Humanidades, y su finalidad es la convivencia e integración mediante el deporte, concretamente un Torneo de Futbol que involucra a todas las Casas de Formación.

RECORDANDO UN POCO
El Pbro. José Rosario Ramírez Mercado (“El Padre Chayo”), uno de los iniciadores y también asiduo participante, nos compartió sobre los primeros tiempos de este tradicional evento.
En 1943, el Paseo se realizó en la Barranca de Oblatos, y durante 10 años se llevó a cabo en Toluquilla, cuyos atractivos eran una alberca y una cancha de futbol, además de los gozos del comer, y la Misa que se celebraba en el Templo Parroquial. Ahí fue donde se les ocurrió que compitieran las Selecciones de las tres Facultades. Siempre habían ganado los Teólogos. Un año el convivio fue en Huentitán el Bajo, y otro año en Santa Anita, donde los Seminaristas se aburrieron porque no hubo deporte.
La Congregación Mariana de San José de Gracia compró unos terrenos en Atemajac del Valle, y el Padre Ildefonso Águila, propuso que el paseo se realizara ahí. La Eucaristía fue celebrada en la Basílica de Zapopan, seguida por el almuerzo, ahí mismo. Después se dirigían hacia los campos de la Congregación, en el Club Deportivo Morelos, y siguiendo los previos esquemas, jugaban las tres Facultades; pero sólo tres equipos.
Al segundo año de acudir al Deportivo Morelos, el programa fue distinto: primero la Eucaristía se celebró en el Templo Bola, en la Colonia Revolución, y ahí mismo era el almuerzo; después se trasladaban al Deportivo, y entonces -ocurrencias del “Padre Chayo”- ya no fueron tres equipos, sino 12, cuyos encuentros se organizaban por sorteo. La importancia de esta convivencia ya era triple: en primer lugar, por el despertar del sentido de grupo, pues aunque los chiquillos eran débiles frente a los mayores, fueron valientes al enfrentarlos; en segundo lugar, creció mucho el amor al futbol entre los Seminaristas; y en tercer lugar, por la atracción que ejercía sobre muchos ex alumnos y amigos de la Institución. El Paseo de Santo Tomás ya era algo de espectáculo; algo así como el “Mundialito” del Seminario.
Inicialmente, los futbolistas jugaban con ropa común que se podía adquirir, pero el Padre Ramírez sugirió emplear uniformes, y premiar al mejor diseño. Asimismo, motivó a realizar las porras y también premiarlas por su mejor vestuario, lema, organización, cantos, etcétera.
Con el tiempo, la coordinación del Paseo de Santo Tomás alcanzó también a los Seminarios Auxiliares y a los Seminaristas en Familia, conformándose las distintas categorías con sus respectivos premios, y es bajo ese esquema como el Paseo se ha convertido en lo que es hoy: una reunión de alegría, deporte y convivencia, antes de que comience la austeridad propia de la Cuaresma que se avecina.

ACTUALIDAD
La presente edición 2016 fue dedicada (cada año tiene una motivación especial distinta) al Primer Centenario de Fundación del Seminario Menor Auxiliar de Totatiche, y a dos de sus iniciales alumnos: San Agustín Caloca Cortés y al Siervo de Dios, José Pilar Quezada Valdés, primer Obispo de Acapulco: 100 años de santidad, 100 años formando Sacerdotes. Así lo recordó el Padre José Rosario, momentos antes de dar la patada inicial del Torneo, acto que despuntó los aplausos del público al mencionar que, habiendo entrado niño al Seminario, y salido ya de viejo, físicamente hablando, su corazón sigue ahí.
El martirio y la entrega fueron una temática constante del encuentro de este año -y no por el esfuerzo y sacrificio de quienes todo lo dieron en la cancha (o en la tribuna, apoyando a su equipo hasta quedar afónicos)-, sino porque el día del Paseo, viernes 5 de febrero, giró inevitablemente en torno a la figura de San Cristóbal Magallanes Jara, Fundador del Seminario festejado, y cuya frase “Si el sacerdote no es humilde, no puede ser santo”, siguió siendo un oportuno recordatorio para nosotros, como lo fue para sus alumnos, a quienes gustaba repetírsela.
Por otro lado, fue la Festividad de San Felipe de Jesús, Protomártir Mexicano, de quien nuestro Arzobispo, Cardenal y Rector, José Francisco Robles Ortega, hizo alusión en su homilía, que -como desde hace casi 50 años- se escuchó en el Templo Parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe, en La Colonia Constitución, de la cual es Párroco el señor Cura Manuel Eufracio Retana, quien nos recibió, una vez más, con gran calidez, junto con sus Vicarios, sin olvidar a su generosísima Comunidad. Este año repitió su habitual proeza de alimentar a más de un millar de Seminaristas de buen apetito.

EL DATO
El Cuadro de Ganadores resultó de la siguiente manera:

>Uniforme, Categoría A, Curso Introductorio, de Tapalpa.
>Uniforme, Categoría B, Seminario Menor “Anacleto González Flores”.
>Futbol, Categoría A: Primer Lugar, Tercero de Filosofía. Segundo Lugar, Segundo de Filosofía
>Futbol, Categoría B: Primer Lugar, Primero de Preparatoria-A. Segundo Lugar, Promoción Vocacional.
>Futbol, Categoría C: Primer Lugar, Seminario Auxiliar de Cuquío. Segundo Lugar, Seminario “Anacleto González Flores”-A.