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Nuevo libro del Papa, entrevistado por niños

Este nuevo libro se titula “Querido Papa Francisco. Las respuestas del Papa a las preguntas de los niños en todo el mundo”, e incluye dibujos realizados por los 31 niños entrevistadores, de entre 6 y 13 años, de diversos países de los cinco continentes.
“Es bello responder a las preguntas de los niños, ¡pero me gustaría tenerlos aquí conmigo! Sería muy bello. Pero sé también que este libro de respuestas llegará a las manos de muchos niños del mundo, y esto me hace feliz”, señala el Pontífice.
Loyola Press reunió 259 cartas de niños que tenían una pregunta concreta al Santo Padre desde 26 países. Seleccionaron 31, y el Padre Spadaro grabó las respuestas del Vicario de Cristo y las transcribió para el libro. Así lo presenta Álex Rosal en el Portal de Religión en Libertad. El libro se publicará simultáneamente en México, Italia, España, Polonia, Indonesia, India y Filipinas, próximamente, por la Editorial Mensajero. He aquí algunas preguntas:

¿POR QUÉ LOS PAPÁS DISCUTEN ENTRE ELLOS?
Es lo que pregunta Alexandra, una niña filipina de 10 años. “Todos discutimos -responde Francisco-. Todos somos humanos. Yo también he discutido. Al vivir con otras personas, siempre surgen problemas. No tienes que asombrarte de esto; es normal. (…) Tú también, estoy seguro, te peleas de vez en cuando con tus compañeros”. Y aconseja: “Que los padres nunca terminen el día sin hacer las paces. En tu dibujo, salimos tú y yo, y sonreímos y hay un arcoíris que surge de las nubes, sale el sol… ¡Esa es la paz! Si quieres ayudar a tus padres, te aconsejo, sobre todo, nunca hablar mal de papá a tu mamá, ni de tu mamá a tu papá”.

Querido Papa Francisco, ¿es difícil tu profesión? ¿Le caías bien a la gente? ¿Qué querías ser cuando tenías mi edad?” Pregunta una niña polaca de ocho años, llamada Basia. “Querida Basia, tengo que confesarte una cosa. A tu edad, yo quería ser carnicero. No, no te sorprendas ahora. ¿Sabes por qué? Acompañaba a mi abuela al mercado, y el carnicero al que le compraba la carne era muy simpático conmigo. Era grande y gordo, y tenía un delantal largo con un bolsillo grande. Cuando mi abuela pagaba, él metía las manos en el bolsillo grande. Estaba lleno de dinero y daba el cambio a la abuela. Yo pensaba que era un hombre muy rico. Todo esto me impresionaba, y yo quería ser como él. Es cómico, pero tenía que confesarte esta historia”.

Un niño chino de ocho años, llamado Wing, le pregunta al Pontífice sobre su afición al futbol.
“Me gusta mucho ver jugar a los equipos en la cancha. ¿Sabes por qué? Porque veo un juego de equipo, de solidaridad. Me apasiono viendo un partido. Si un jugador quiere jugar solo, pierde; si juega con el equipo, cuando se hace juego de equipo y se busca el bien de todos sin pensar en el bien personal o hacerse ver. Así debería de ser también en la Iglesia”.

Pajla, una albanesa de seis años, preguntó al Papa si cuando era joven bailaba. Y Francisco le respondió que sí, que le gustaban los bailes típicos de Argentina y también el tango. “Bailar es expresar alegría. ¡Bailen, ustedes que son niños; así, no van a ser demasiado serios cuando sean grandes!”.

“Querido Papa Francisco, me gustaría saber más sobre Jesús. ¿Cómo caminó sobre el agua?”, interrogó la keniana Natasha, de ocho años.
“Querida Natasha, tienes que imaginarte a Jesús caminando naturalmente, normalmente. No voló sobre el agua o hizo piruetas nadando; caminó como caminas tú; es decir, como si el agua fuera tierra, un pie después del otro, y hasta viendo a los peces bajo sus pies haciendo fiesta o nadando rápido. Jesús es Dios, y entonces Él puede hacer todo. Puede caminar tranquilamente sobre el agua. Dios no se hunde, ¿sabes?”.

Máximus, de Singapur, pregunta al Papa: “¿Por qué Dios nos creó si sabía que íbamos a pecar contra Él?”. “Libertad”, le contestó el Papa. “Porque Dios nos creó libres. La libertad es el don más hermoso que nos ha dado, ¿sabes eso?”.