Canadá
OTTAWA- Ante la posible legalización de la eutanasia en Canadá, el Arzobispo de Ottawa, Mons. Terrence Prendergast, aseveró que la persona que pide el suicidio asistido no tiene derecho a recibir la unción de los enfermos porque está “rechazando la Esperanza, que supone y que trata de aportar este Rito”.
Dicho Sacramento se administra a las personas mayores o a los enfermos de gravedad. Una de las Gracias que otorga es el perdón de los pecados. “Pero no podemos ser perdonados previamente por algo que vamos a hacer, como realizar un suicidio asistido, que es un pecado grave”, comentó Mons. Prendergast a Canadian Catholic News.
En febrero del año pasado, la Suprema Corte de Canadá dictaminó, por unanimidad, que los Doctores pueden ayudar a acabar con su vida a aquellos pacientes que tienen enfermedades severas o incurables. El 25 de febrero, el Gobierno publicó un reporte final en el que indicaba que todas las Instituciones Públicas de Salud debían practicar la eutanasia y el suicidio asistido. Esta resolución también afecta a los Centros y Hospitales católicos.
Tal reporte tampoco protege a los Médicos que, por motivos morales y religiosos, objeten aplicar el suicidio asistido. Se espera que el Parlamento tenga una respuesta en junio de este año.
En enero, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Canadá, Mons. Douglas Crosby, manifestó al Parlamento que “cuidar de los moribundos no incluye matarlos o ayudarlos a que se maten”.
Por su parte, los Obispos de la Diócesis de Alberta lanzaron un Mensaje por la Jornada Mundial del Enfermo, en el que advirtieron que este tipo de resoluciones socava los derechos de conciencia de los Médicos y de otros Profesionales de la Salud que se oponen al suicidio (ACI).
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