jueves, 3 de marzo de 2016

Día Internacional de la Mujer

¿Sólo por esta fecha?
Día Internacional de la Mujer

Familia de antes

Eduardo Corona Santana

Siguen siendo mayoría en México, pero aún falta mucho por reconocerles.
Al igual que los hombres, tienen derechos y obligaciones.
Como hijos de Dios, somos iguales. Sin embargo, para nuestra Sociedad continúan las discriminaciones. No se les reconocen sus derechos, se les excluye y se les minimiza.
Su nobleza, su cariño, su talento, sus virtudes y su carácter, son ignorados porque aquí, en México, persiste aún el machismo: la voz del hombre. La fuerza, el mando, la orden, siguen burlándose de la mujer, sin valorar que a ellas debemos la vida.
Las mujeres de ahora no sólo estudian, trabajan, contribuyen a la economía familiar, sino que, además, en algunos casos, sostienen el hogar. Hay ejemplos en que cumplen una doble labor: son padres y madres (por viudez o por abandono).
Y, aun así, son maltratadas, golpeadas, insultadas, despreciadas e ignoradas, y en los trabajos llegan a ser acosadas.
El 8 de Marzo es su día, y poco las reconocemos. Qué lástima, porque en nuestro país hay mujeres ilustres, talentosas, heroicas, no sólo por su trayectoria social, política, cultural o intelectual.
Lo han sido desde su embarazo, conteniendo silenciosas el dolor, el hambre, la miseria, el desprecio, la soledad y -tristemente- la violencia. Pero Dios las ha llamado a la santidad por su gran ejemplo de amor, entrega, sacrificio, coraje y fortaleza para salir adelante; para vencer la adversidad, para luchar contra corriente, para orar y rezar día y noche por el bienestar de sus hijos, de su esposo, de su familia; para darle vida a su hogar con su quehacer cotidiano, con su ternura, con sus detalles, con ese toque femenino que sólo ellas saben dar.
A todas aquellas mujeres de una sola pieza, que no se han doblado ante una pena, que llenas de Fe y fortaleza siguen escribiendo esa gran Historia de México y que son dignas de gratitud, son dignas también de ser amadas. Bien es cierto la frase aquella: Detrás (o al lado) de un gran hombre, hay una gran mujer. ¡Felicidades en su día!.

Mujer y Familia, un binomio vital

Lic. José de Jesús
Vázquez Hernández

Tanto la mujer como la familia desempeñan un papel preponderante en la Sociedad, por su participación activa en la mayor parte de las actividades comunitarias, económicas y, en buena parte, en la política; sin embargo, sigue siendo amenazada, atacada, discriminada, y un número elevado de ellas, muertas por razones desconocidas, cuyos crímenes, en lo general, quedan impunes.
Con estos agravantes que lesionan el devenir de un futuro más halagador para estos dos sectores de suma importancia para una sana convivencia social, el 8 y el 9 del mes en curso se celebra el Día de la Familia, célula básica de la Sociedad, y el Día Internacional de la Mujer, a quien una serie de factores negativos internos y externos la debilitan cada vez más.

Atenuantes y agravantes
El reconocimiento a sus Derechos Humanaos ha sido un logro muy importante para la equidad y la lucha contra la discriminación, pero hay muy poco o nada que celebrar en el Día Internacional de la Mujer, pues persiste la violencia institucional que vulnera sus derechos, según constataba recientemente un Periódico de la Frontera Norte.
Igualmente, asentaba que “la impunidad y la permisibilidad gubernamental han posibilitado la multiplicación de asesinatos contra mujeres en el país, debido a la falta de prevención eficaz y al indebido proceso en las investigaciones de estos asesinatos. De acuerdo con el Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio, tan sólo en 2009 se registraron 733 asesinatos contra mujeres y niñas en 11 Estados de la República”.
Más adelante, reconocía que “Los derechos de la mujer son un asunto de ambos géneros; somos uno mismo como Humanidad, nos entrelazamos y somos beneficiados todos si convivimos en relaciones sanas”. Efectivamente, somos un todo hombres y mujeres, pero nos cuesta trabajo reconocerle a la familia y a la mujer la influencia que ejercen en la Sociedad.
…Desde el muro que divide a dos grandes naciones, pende una manta, que acertadamente señala: “Tijuana es la esquina donde rebotan los sueños de un país necesitado de paz”. Y, a un lado, aparece una cadena engarzada de Cruces, en alusión a los numerosos sueños truncados de mexicanos. Tal vez, no pocas de ellas se deban a los sueños truncados de tantas mujeres.

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