jueves, 3 de noviembre de 2016

Jubileo de Comunicadores

Jubileo de los Comunicadores
La Palabra, al servicio de la Verdad y de la Paz

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José de Jesús Parada Tovar

Con orden, devoción y alegría, trabajadores de diversos Medios de Comunicación Social, incluyendo a Personal del Centro Católico de Comunicaciones “Cardenal Juan Sandoval Íñiguez” y a numerosos Promotores y Distribuidores de Semanario en las Parroquias, formaron un nutrido contingente que peregrinó desde el Templo de Santa María de Gracia a la Catedral Metropolitana, en disposición de ganar la Indulgencia Plenaria dentro del Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia, ya muy próximo a concluir.
A las 11 de la mañana del sábado 29 de octubre, el grupo de peregrinos ya aguardaba expectante el momento de partir. Previamente, el señor Cura Antonio Gutiérrez Montaño, Coordinador de la Sección Diocesana de Pastoral de la Comunicación, agradeció y dio la bienvenida a los asistentes, “que tienen la tarea y el compromiso de transmitir, de diferentes formas y a través de la verdad, los valores universales, humanos y cristianos”.
Desde un costado del Teatro Degollado, la caravana, de más de 250 personas, precedida por monaguillos de la Parroquia del Espíritu Santo con sus ciriales, Cruz Alta e incensario, y encabezada por el Arzobispo Emérito de León, José Guadalupe Octavio Martín Rábago, se encaminó cruzando la Plaza de la Liberación y rezando el Santo Rosario, armonizado por las tonadas de conocidos cánticos marianos a cargo de la Banda Instrumental “Rojas”, y ante la respetuosa admiración de quienes por ahí transitaban.

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Un signo de unión
A la entrada de la Catedral Basílica recibió a esta multitud el Canónigo Arnulfo Jaime Arámbula. Monseñor Martín Rábago estuvo acompañado por los Sacerdotes Antonio Gutiérrez, Alberto Ávila Rodríguez, Guillermo Chávez Aguayo, Héctor López Alvarado, Javier Rojas Mena, Rodolfo Rodríguez Leyva y Alfredo Spigarolo, Misionero Xaveriano, concelebrantes, así como por los Diáconos Jorge Navarro Bernache y Wálter Ventura Cruz.
En su Homilía, el Prelado dejó en claro que “la Indulgencia, un don de la Iglesia que enriquece este Año Jubilar, no perdona los pecados, sino que lo hace el Sacramento de la Reconciliación; no libera de la culpa, pero sí de la pena. Venimos a esta Casa de Dios que nos cobija y nos hace sentirnos hermanos; nos invita a experimentar la comunión, la unión con Dios, que produce la acción del Espíritu, que nos ayuda a desterrar el individualismo y a ofrecer el perdón a quienes nos hayan ofendido. Sentimos la necesidad de ser arropados por el Amor misericordioso y perdonador del Padre, porque somos conscientes de que somos pecadores y necesitados de purificación. Por eso cruzamos la Puerta Santa, para pasar entre los brazos de Cristo y recibir su tibio abrazo de perdón”.

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Constructores de paz
Dirigiéndose expresamente a los Comunicadores, el Arzobispo José Guadalupe Martín enfatizó que “la palabra, bien sea pronunciada, escrita o a través de diversos Medios modernos, es el recurso para la expresión de las ideas, fuente del encuentro, la manera de entrar a la intimidad de las personas. Y hoy es nuestro encuentro con Cristo, la Palabra del Padre, el Comunicador por excelencia y Rostro del Amor Misericordioso de Dios. Por eso nos sentimos animados entre Comunicadores de la palabra que nos une como hermanos”.
En varios pasajes de su predicación, aludió al reciente Mensaje del Papa Francisco dirigido a los Comunicadores, a quienes exhortó “a ser constructores de paz, a crear un clima de armonía que destruya lo que tanto nos lacera: el individualismo, el egoísmo que destruye, la violencia que asesina. Y cada quien, según su vocación, conforme a sus posibilidades, tiene algo qué aportar para ser artífice de paz, con sentimientos de misericordia y de perdón, y actuando de acuerdo a la verdad, pero experimentando que el otro me pertenece, es mi hermano, y no debo edificar muros, sino puentes”.
Luego, secundando el discurso papal, advirtió que “los Comunicadores cristianos actúan con sentimientos de fraternidad, no de odio; con sentimientos de perdón, no de venganza. Algunas veces, por respeto a la verdad, deberán condenar con firmeza el Mal, pero sin pasar por encima del que es culpable. No es fácil; pero, sin faltar a la verdad, siempre hay que tratar con respeto al inculpado”.
Asimismo, a los formadores de Opinión Pública los incitó a respetar a quienes piensan y actúan de manera diferente a la propia; a quienes han cometido errores. No caer en la tentación de aprovechar estas situaciones para avivar la llama del odio y la violencia, sino asumir actitudes de comprensión y calor humano hacia quienes han sufrido la frialdad de un juicio, hacia quienes son considerados perdedores, material de desecho, descartados”.
Concluida la Santa Misa en la Catedral, que está conmemorando 300 años como recinto consagrado, el Presidente de la Celebración se vio rodeado de numerosos fieles, a quienes saludó, escuchó y bendijo.

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Testimonios

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Chrístopher Jacob Ramírez Estrada y María de Lourdes Martínez Verduzco, Colaboradores en Valora, del Movimiento El Verdadero Amor Espera (EVAE)

“Nosotros colaboramos en Valora Radio y nos invitaron a participar en esta Celebración para ganarnos la Indulgencia Plenaria.
“Se me hizo muy bien que nos hayan convocado a los que participamos en los Medios de Comunicación Social. El mensaje que nos transmitió el Arzobispo Emérito de León, José Guadalupe Martín Rábago, nos dejó una tarea importante al recalcarnos que debemos transmitir palabras de vida y no de odio, pues los que tenemos la oportunidad de estar frente a un micrófono tenemos la ocasión de llevar la Palabra y el Amor de Dios a muchas personas.
“Creo que ahora que termina el Año de la Misericordia es momento propicio para no sólo transmitir el Evangelio, sino vivirlo cada día y dar ejemplo a todos los que están cerca de nosotros”.

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José de Jesús Vázquez Hernández, Periodista

“Una oportunidad como ésta, uno no debe desaprovecharla porque es la manera de acudir a la Misericordia de Dios, que es infinita. Sobre todo, es una devoción o una manera de alcanzar las Indulgencias a través de esta Peregrinación a la Catedral e ingresar a la Puerta Santa. Es un privilegio, y es bueno que se promueva esta clase de situaciones que nos acercan al Señor; es una manera de comunicarnos con Dios”.

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Kenji Álvarez Sánchez, Fotógrafo

“Es muy gratificante (participar del Jubileo). Como dijo el señor Arzobispo, debemos encauzarnos hacia la verdad y ser conscientes en nuestra vida diaria y poder transmitir, ser claros, firmes en esa cuestión de nuestra Fe. Y, como cristianos, unirnos en este Jubileo y dar testimonio de nuestra vida”.

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