jueves, 8 de octubre de 2015

Una perspectiva política de la visita del Papa a Cuba y Estados Unidos

Otros ángulos

El-Papa-visita-Cuba

Mtro. Jorge Enrique Rocha Quintero

El Papa Francisco efectuó recientemente una Visita Apostólica a dos países que, por muchos años, sostuvieron una ruptura en sus relaciones diplomáticas: Estados Unidos de América y Cuba. Seguramente se harán muchas lecturas pastorales y evangélicas de este viaje papal; pero, para el caso, realizaré un análisis desde una perspectiva sociopolítica que pretende ayudar a dimensionar lo que significó este hecho.

Un Papa mediador
Desde la instauración del régimen comunista en la nación cubana, se fraguó un rompimiento en las relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington, que se tradujo en un implacable embargo económico de parte de los norteamericanos a esta isla caribeña; por otro lado, muchas familias cubanas se vieron en la imposibilidad de viajar y visitar a sus familiares en la Unión Americana. Esta política ha traído consecuencias devastadoras para los antillanos, sobre todo después de la caída de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que retiraron su apoyo económico al Gobierno de la isla. Tanto Barack Obama como Raúl Castro Ruz entraron en un proceso histórico de restablecimiento de las relaciones diplomáticas, y la visita del Papa Francisco a estos dos países podemos leerla como un empuje a que este proceso culmine el fin del bloqueo económico y acabar con uno de los últimos resabios de la llamada Guerra Fría. Con esta acción, el Vicario de Cristo se coloca como un mediador internacional; es decir, como una figura que contribuye a resolver conflictos políticos de gran calado.

Un Papa que defiende los Derechos Humanos
Varias de las reuniones que sostuvo el Santo Padre con Autoridades cubanas y estadunidenses fueron privadas, pero se deja entrever, en el caso de la visita a Cuba, un mensaje que, de una y otra forma, abogaba por el incremento de las libertades, por optar por el servicio a los demás y renunciar a las imposiciones. Los que siguieron esta parte del viaje mencionan que Su Santidad, sin necesidad de un mensaje estridente, dejó en claro que es necesario garantizar las libertades individuales de los cubanos.
En el caso de Estados Unidos, es la primera vez que un Sumo Pontífice habla en el Senado norteamericano, y uno de los mensajes centrales en su discurso es que los derechos de los migrantes tienen que ser respetados y que no se puede seguir criminalizando a las personas que migran en búsqueda de una mejor calidad de vida. Se ubicó a sí mismo como un migrante y llamó al Gobierno yanqui a cambiar sus políticas al respecto. Es decir, en estas visitas pudimos ver a un Papa defensor de las libertades y los Derechos Humanos de las personas.

Un Papa que pide el cuidado de la Tierra
En su discurso en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, y en coherencia con la Encíclica Laudato si’, el Obispo de Roma exhortó a los representantes de los países allí reunidos, que es necesario adoptar medidas para controlar las causas y los efectos del cambio climático, ya que son los más pobres del mundo los que sufren en mayor medida las consecuencias de los problemas ambientales globales. A pesar de las críticas que han manifestado algunos grandes empresarios y capitalistas por las posturas del Pastor de la Iglesia Universal en la citada Encíclica, ratificó su postura y la apremiante necesidad de atender este problema que, desde su perspectiva, es una de las agendas más urgentes en el mundo contemporáneo.

Un Papa comunicador
Se sigue mostrando que uno de los talentos más reconocibles del Papa Bergoglio es su capacidad para comunicar, a través de signos y símbolos, mensajes contundentes ante ciertas realidades. Me viene a la mente su imagen de cuando pide que se detenga el auto que lo transporta ante una niña de origen oaxaqueño que le entrega una carta en la que le pide que interceda por sus padres para que obtengan una estancia legal en Estados Unidos. La escena se viralizó ampliamente en las Redes Sociales y le dio la vuelta al mundo en muchos Medios de Comunicación. Con un simple gesto, mostró que los cristianos tenemos que acoger y dar hospitalidad a los migrantes que, hoy por hoy, son un grupo social altamente vulnerable.
Por mucho tiempo se ha mantenido la idea de que la Fe y la Política se trazan por caminos distintos y que nunca llegarán a cruzarse. El modo de proceder del Sucesor de San Pedro nos recuerda que una parte importante de nuestra práctica cristiana es entrar en la arena política, pero desde una agenda muy clara que, para el caso de esta visita, fue la siguiente: mediador de conflictos sociopolíticos, como defensor de los Derechos Humanos y como cuidador de la integridad del Planeta Tierra.

Correo electrónico:
jerqmex@hotmail.com

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