jueves, 8 de octubre de 2015

Las jaibas mexicanas no son profetas en su tierra

Si supiéramos…

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Tanto por desconocimiento como porque es un producto relativamente caro, la pulpa de la jaiba se destina en un 80 por ciento al mercado de exportación, sobre todo a Estados Unidos, según información difundida por el Comité Nacional del Sistema Producto Jaiba (SPJ).
El dirigente de dicho organismo, Francisco González Rincones, refirió que la captura de este crustáceo supone 80 mil toneladas, lo que incluye tanto los volúmenes de altamar, como de varios puntos de aguas continentales, como ocurre en algunos Municipios de Tamaulipas.
Con el fin de generar alternativas que motiven el consumo interno de jaibas, detalló que, en fechas recientes, se ha procedido a la industrialización de su carne, por lo que se han elaborado varios productos de embutidos, como chorizo, salchichas y jamón, de modo que en esta forma se popularice su comercialización y consumo.
González Rincones comentó que han sido los chefs de los restaurantes los grandes promotores de los platillos a base de jaiba, entre los que se destaca el ‘chilpachole a la veracruzana’ (un caldo en el que dominan las notas distintivas del chile de árbol y el epazote) y las jaibas rellenas a la tampiqueña (la jaiba incluso forma parte del escudo de Tampico). Un sitio donde se puede comer un buen chilpachole de jaiba es el mercado Alcalde, en el centro tapatío.
Asimismo, hizo mención de que son cinco los grandes Estados donde la jaiba tiene presencia: Sinaloa, Sonora, Veracruz, Campeche y Tabasco, cuya producción se distribuye al resto del país y al mercado exterior.
Por cierto, en el ámbito local se ha observado poca o nula promoción entre los vendedores de pescados y mariscos para estimular el consumo de esta especie, a diferencia de lo que sucede con otras.
Una muestra de esto es que abundan los comercializadores que ni siquiera saben dónde pueden conseguirse las tenazas que se requieren para triturar adecuadamente las caparazones de las jaibas. Este punto es determinante para extraer en forma cómoda la pulpa de estos animales.

Tareas de investigación
El informante trajo a colación que, actualmente, de parte de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), se han puesto en marcha varios trabajos de investigación sobre las jaibas.
De momento, tales acciones se encaminan a estudiar el comportamiento reproductivo de los animales, particularmente luego de períodos específicos de lluvia y sequía. Tales estudios revisten importancia si se considera que la jaiba no se ha domesticado y solamente se le captura en su estado silvestre, a diferencia de otros crustáceos y de diversas especies de peces (bagres, tilapias y guachinangos, por citar unos ejemplos), a los que ya se les puede aprovechar en forma controlada por parte del ser humano, como sucede con los camarones, a los que se puede ‘engordar’ en granjas.
Abundó, por otro lado, en que por el hecho de que las jaibas sigan aferradas a su estado silvestre, se plantea el reto de cuidar al máximo sus ecosistemas naturales, de modo que éstos no se degraden o contaminen.
Al respecto, Benjamín Sánchez Balán, pescador de pulpo y jaiba en Campeche, expuso que los derrames petroleros que suelen presentarse en las aguas del Golfo de México son todo un peligro para la fauna marina, pues se resienten los estragos de la polución petrolera.

EL DATO
La Carta Nacional Pesquera asienta los lineamientos para una captura sustentable de las jaibas. Ahí se establece que la talla del animal debe ser, al menos, de 15 centímetros.

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