¿Qué hacer cuando agreden tus creencias en Redes Sociales?
En torno a distintos tipos de historias que involucran a la Iglesia, en Portales católicos o en las Redes suelen generarse comentarios provocativos, cuestionamientos sobre la Doctrina Católica o acaloradas discusiones. Presento a ustedes algunas preguntas y consejos al respecto, publicados por Esteban Pittaro en aleteia.org:
¿Pueden entenderse las Redes como un atrio para la discusión respetuosa sobre la Fe?
Como punto de encuentro entre quienes comparten la Fe en Cristo y quienes no, ciertamente el mundo de Internet es un lugar privilegiado para dar razón de tus creencias; pero, como en todos lados, han de privar la prudencia y el diálogo sensato.
Un usuario que no conozco agrede los fundamentos de mi Fe. ¿Qué hago?
Todos tenemos derecho a sentirnos agraviados y lastimados. Y contamos con la libertad de responder a quien queramos cuando queramos. Pero la imposibilidad de la agresión física no anula la posibilidad de agresión verbal. Se puede pasar a agredir al que cree diferente. Cuando las pasiones dominan a la razón, pueden decirse o hacerse cosas imprudentes. Pensemos toda respuesta.
Si un conocido cuestiona mi Fe, e incluso le falta al respeto. ¿Qué hago?
Si conoces al otro, es familiar o amigo, y crees que está equivocado y lo quieres y amas y te preocupas por su vida de Fe, ante todo puedes rezar por él. Si quieres sumarte al diálogo, tienes que comprender el contexto en el cual se da. Quizá sea una buena opción la conversación privada e incluso personal en otra circunstancia.
¿Puedo convencer al otro con mis argumentos?
Claro que se puede evangelizar y despertar inquietudes en las Redes. Pero así como en las discusiones acaloradas entre personas el corazón se clausura a nuevas dimensiones, lo mismo sucede en Redes Sociales.
Es tan importante el argumento como el modo. Pero, como en las Redes sólo hay palabras, no gestos ni expresiones no verbales, ha de cuidarse mucho el lenguaje.
La desinformación sobre mi Fe se viraliza; ¿cómo hago para responderla?
Que todos los Curas son pedófilos… Que la idolatría… Que la cita bíblica dice tal otra cosa… La desinformación, aun sin el agravio del insulto, nos duele. No siempre se está en condiciones de responder; pero si lo haces, asegúrate de que tienes la información precisa para responder, y que haya actitud del otro lado para recibir la respuesta. Si la discusión se alarga, a veces es mejor la retirada.
Un creyente de buena voluntad desinforma; ¿qué hago?
Sé respetuoso de las diferencias y ten la seguridad de que lo que el otro expresa sea un error antes de señalarlo. Si estás seguro, por ejemplo, de que tu hermano está compartiendo una información falsa, como varias de las versiones tergiversadas de comentarios de los Papas que circulan, amablemente indica con un vínculo preciso dónde puede encontrar la verdadera información o contextualización.
¿Y si lo que señalan duele, lastima, pero es verdad, como cuestiones de abusos?
Nunca negar y exponer como falsa una afirmación que sea verdad, por más que duela. Es probable que esa misma afirmación al otro también le duela, y eso explique su enojo. Aun atendiendo a que la información puede estar descontextualizada, no negar lo verdadero.
Si se quiere responder y corresponde, mostrar esa otra faceta de la Iglesia peregrina, la floreciente, la bella, la que conmueve. Son esas dimensiones las que dan cuenta de tu Fe y explican por qué crees.
Si crees que puedes y debes responder e involucrarte en estas discusiones, aquí está el gran consejo:
Dimensionar la discusión y, humildemente, rezar pidiendo por la templanza y sabiduría para involucrarte de la mejor manera.
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