jueves, 3 de noviembre de 2016

Un niño inmóvil con su móvil

Y tú, ¿qué precio pagas por el silencio de tu hij@?

smartphone-kids

Lic. María de Jesús Coronado Jalil
Master en Programación Neurolingüística

Hoy en día, encontramos a mamás amamantando a su bebé, con la mirada fija en el celular, pero las caricias se esfuman. A infantes, que se llevan a la boca un teléfono móvil como si fuera un juguete.
El reto es aprender a vivir sin los aparatos electrónicos. Esforzarte a no ser tan co-dependiente del celular y, sobre todo, en momentos en que tu hijo, lejos de tener necesidad de un aparato costoso, lo único que desea es tener contacto físico y atención.
Marcadamente, es a corta edad cuando se construye el puente de la comunicación y de la confianza, cuya robustecida estructura te permitirá mantener dicha conexión en plena adolescencia.
En días pasados, escuché a mi Maestra Elsa, quien nos hacía hincapié en las etapas de desarrollo del ser humano, y por ello te las comparto:

•En la infancia se desarrolla el sistema nervioso.
•En la adolescencia se da una estabilización biológica; por ejemplo, el ritmo cardíaco, la respiración.
•En la juventud se fortalece el sistema óseo y el metabolismo.

Y, dependiendo de cómo se hayan vivido estas primeras etapas, se reflejará a los 40’s, 50’s y 60’s; es decir, a los años de los “achaques”.
Si estar sentado demasiado tiempo frente a un aparato electrónico trae como consecuencia la inmovilidad, que impide el desarrollo propio de su edad, por eso en la actualidad hay un alto índice de Alzhéimer, suicidios a temprana edad, hiperactividad, esquizofrenia. Y la pregunta surge: ¿qué estás haciendo para prevenirlo?
¿Sabías que por cada hora que se usa un móvil en “juegos”, “videos”, “aplicaciones diversas”, se limita la imaginación y se pierde la capacidad de retener y analizar información? Le afecta porque vive en plena era en que los datos fluyen como un fuerte aguacero. ¿Y cómo puede enfrentarlo sin un paraguas?
No sigas creyendo que, por tenerlo ahí quieto y en silencio, va a beneficiarle. Al contrario, ¿qué precio se pagará por esas horas de “tranquilidad”? Por favor, presta atención: está en juego el futuro de tu hijo. Luego te preguntarás por qué tantos problemas de poca tolerancia, agresividad y falta de adaptación.
Busca opciones de juegos más didácticos, que estimulen la creatividad, la movilidad, como la plastilina, las manualidades, una sencilla pelota, una caja de cartón, un costal.
¿Crees que el celular une familias por el hecho de sólo grabar o fotografiar eventos, cuando por estar haciendo esto te pierdes la verdadera convivencia de jugar, correr, convivir, saborear, reírte, abrazar a tus seres queridos, de mirarlos a los ojos y mantener una conversación cuando tienes una reunión familiar?
Valora esos momentos y da gracias a Dios de tener una familia con quién compartir tus alegrías, aprendizajes, proyectos. Disfruta tu día a día, pero conectado física y emocionalmente con los que te rodean. No te encierres en tu mundo mágico y te pongas audífonos para aislarte y apartar tu mirada de los tuyos, para dejar de sentir, para evadir conversaciones. Haz algo al respecto, antes de que llegue la factura llamada tiempo.
Para dudas o comentarios, al Correo:
pnlesexcelencia@gmail.com
Ma. de Jesús Coronado Jalil
Master Coach con Pnl

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