jueves, 6 de octubre de 2016

Biofertilizantes, alternativa en Jalisco y Michoacán

SAM 1671

En forma gradual, el empleo de fertilizantes y de las técnicas agrícolas amigables con el ambiente se convierten en alternativas de una agricultura verde, en tanto que se induce la regeneración de los suelos de cultivo que habían sido deteriorados por el exceso de los abonos químicos y del empleo inadecuado de maquinaria.
Como ejemplos concretos, se sabe que en Jalisco, en el presente ciclo agrícola, se cultivaron 110 mil hectáreas de maíz, en las que se aplicaron compostas de origen animal, además de caldos orgánicos y fórmulas mineralizadas, según informó el Responsable Estatal de la Secretaría de Desarrollo Rural, Héctor Padilla Gutiérrez .
A su vez, el Responsable de la cartera agroalimentaria del vecino Estado de Michoacán, Israel Tentory García, comunicó que en el actual período de cultivos de Primavera-Verano se aplicaron 161 mil litros de biofertilizantes líquidos en terrenos de 40 mil hectáreas.
De parte de las Áreas Técnicas de ambos Estados, se informó que las aplicaciones de estos fertilizantes de origen biológico, además de generar beneficios ambientales para el equilibrio físico-químico de las tierras de cultivo, también propician ahorros sustanciales para el agricultor.
Asimismo, esta aplicación de los biofertilizantes puede complementarse con las técnicas de labranza mínima o labranza cero, lo que también induce la conservación de los suelos y el ahorro en gastos de uso de maquinaria.
De parte del Delegado en Jalisco de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Javier Guízar Macías, se informó que en territorio jalisciense se han acumulado ya mil hectáreas de cultivos orgánicos, sobre todo en berries, aguacate y algunas hortalizas, por lo que va en aumento la demanda de los biofertilizantes ante una tendencia del mercado que requiere alimentos que no lleven productos sintéticos en su fase de producción y manejo.

LA RECUPERACIÓN DE LOS SUELOS
Los Agrónomos de la SEDER-Jalisco, José Othón Gómez Mendoza y Alberto Distancia Barragán, comentaron que las técnicas de reducción o eliminación del paso de maquinaria (barbecheo y rastreo), dejan un ahorro de mil a 1,600 pesos por hectárea, lo que se une a los ahorros del uso de las compostas en vez de los fertilizantes sintéticos.
Explicaron que estas técnicas de reducción del empleo de la maquinaria y roturar la tierra facilitan la incorporación de la materia orgánica de los residuos agrícolas, lo que también favorece la regeneración de los suelos.
Resaltaron que el empleo de las compostas supone un ahorro de 60 a 70% en comparación con los gastos que presume la compra de urea y otros productos químicos sintéticos.
Y es que el costo promedio comercial de maíz se estima en 18 mil 500 pesos por hectárea, que puede reducirse a la mitad o más, con las aplicaciones mencionadas por el uso de los biofertilizantes y la reducción de los gastos en el barbecheo.
Los agrónomos refirieron que se ha procedido a la capacitación de integrantes de organizaciones agrícolas para que sus productores sepan del cómo se elaboran los biofertilizantes y su adecuada aplicación.
Alberto Distancia indicó que hay un avance importante en la instalación de cuatro centros de producción de fertilizantes (biofábricas) para la comercialización formal de los llamados abonos verdes.

EL DATO
Los biofertilizantes pueden elaborarse a partir de las excretas animales (de bovinos, ovinos, caprinos, aves, cerdos, murciélagos, etcétera), además de lixiviados de materia orgánica, rocas minerales y bagazos de caña y agave, entre otras alternativas.
Independientemente del uso de fertilizantes orgánicos o químicos, el estudio de análisis de suelos agrícolas es un factor clave para la dosificación adecuada de nutrientes en los cultivos.
FUENTE: SEDER-SAGARPA.

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