La Pacificadora, víctima de la violencia
“Una vez la imagen sufrió un atentado en el Templo de Nuestra Señora del Pilar, donde un tipo desconocido, probablemente un Policía vestido de civil, le disparó varias veces estando la imagen expuesta en el Altar. Al parecer, el primer disparo que acertó en la base que sostenía a la imagen, hizo que ésta cayera a un cesto de flores que se encontraba ahí, así que los demás disparos no le dieron. En aquel tiempo, la imagen se exponía sin capelo protector. Esto sucedió en 1933 ó 1934. A raíz del acontecimiento, el Arzobispo Francisco Orozco y Jiménez envió una Carta Circular pidiendo a la población que no se dejara intimidar por esos actos de fuerza, que seguramente procedían de parte del Gobierno”.
Si bien las tradiciones orales afirman que el Padre Fray Antonio de Segovia fue quien le otorgó a La Zapopana el título de “Pacificadora” después de la Guerra del Mixtón, en la época actual este título ha adquirido una especial relevancia, dados los hechos violentos que vive buena parte de nuestro país e incluso nuestro Estado, a manos de la delincuencia organizada.
Además, en 2014 se están cumpliendo 25 años de que oficialmente, por moción del Arzobispo Juan Jesús Posadas Ocampo, le fuera otorgado a Nuestra Señora de Zapopan el título de Patrona de la Arquidiócesis, lo que para los fieles fue algo sorpresivo, pues implícitamente siempre lo había sido.
“La Virgen era Patrona de la Ciudad desde 1734, y Patrona de Jalisco desde 1823; sin embargo, este nuevo patronazgo era sobre la estructura eclesial y territorial de la Arquidiócesis de Guadalajara, que es más amplia que la ciudad, pero no tan amplia como el Estado.
“El Patrono original de la Diócesis era el Apóstol Santiago, que fue nombrado desde el Siglo XVI; empero, éste ya no tenía una devoción real y masiva. En 1958, los Canónigos de la Basílica de San Juan de los Lagos habían solicitado que se nombrara Patrona a la Virgen de San Juan, y el Cardenal Arzobispo José Garibi Rivera había accedido, con la intención de que esa Parroquia de San Juan de los Lagos nunca saliera de la Arquidiócesis de Guadalajara, pero la tentativa fue fallida, porque en 1972 esa Región de Los altos de Jalisco se desmembró para convertirse en una nueva Diócesis.
Fue por eso que dos Sacerdotes, el ahora Monseñor y Canónigo Antonio González Cornejo y el Padre Agustín Soltero Horta, pidieron al Cardenal Salazar que se nombrara Patrona del territorio eclesiástico a la Virgen de Zapopan. Cuando llegó el Arzobispo Posadas se dio seguimiento al proyecto y se hizo una consulta diocesana, en la que todos estuvieron de acuerdo, y el Papa Juan Pablo II, hoy Santo, otorgó el Patronato en cuatro meses. Se conoció la noticia en enero de 1989, pero se ejecutó hasta octubre de ese año, aprovechando la Romería”.
En el corazón de las familias
En el contexto del Sínodo Extraordinario que por estas fechas se realiza en Roma y que versa sobre el Tema de la Familia, el Padre Armando González detalló que la devoción y la tradición de la Virgen se ha transmitido de generación en generación desde el hogar.
“La Familia ha sido un elemento fundamental en la transmisión de la Fe, en general, y en particular de la devoción a la Virgen de Zapopan. Son los padres de familia quienes, desde que tienen a sus niños chiquitos, los llevan a la Romería. Dígales el DIF lo que quiera. Ésa es la manera en que les transmiten la devoción”.
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